Métricas y KPIs para coordinar a tu equipo IT
Las métricas y los KPIs son elementos esenciales para poder medir los resultados de nuestra empresa en el mundo digital. En este momento de expansión en el terreno digital de todas las compañías, estas herramientas ayudan a conocer en qué momento nos encontramos y si vamos por buen camino en nuestras estrategias, pero ojo, que debemos saber bien qué es cada una y cuál es su uso correcto para evitar errores.
Qué es una métrica
Se trata de simples unidades de medida que en las empresas se traducen como valores de porcentajes o numéricos. Incluyen todos los datos que puedan conseguir del movimiento de nuestra empresa en el entorno digital, sin ser más o menos relevantes.
Qué es un KPI
Están vinculadas al cumplimiento de los objetivos que vamos buscando en nuestra compañía. Su significado es , y gracias a seleccionar los KPIs correctos podremos controlar la productividad de nuestra estrategia y acciones y nos permitirá saber si debemos seguir en la misma línea o necesitamos cambiar de acciones en el caso de que estemos tomando el camino incorrecto. Por lo tanto, ni todos los KPIs son métricas ni todas las métricas son KPIs, se trata de conceptos distintos y que hay que entenderlos bien para saber diferenciar qué necesitamos aplicar.
Medición de productividad de un equipo IT: Métodos y herramientas
El crecimiento de un negocio está directamente relacionado con el éxito de la productividad, para ello necesitamos que nuestro equipo IT esté motivado para realizar sus funciones correctamente y desarrolle todo su potencial. La mayoría de los objetivos se logran porque los empleados trabajan en equipo y reman en una misma dirección.
Sin embargo, no estamos ante una tarea fácil cuando se trata de medir la productividad de un empleado. Un indicador clave de rendimiento es un valor que puede medirse y que demuestra la eficiencia con la que la compañía está alcanzando los objetivos marcados.
La gestión del tiempo es fundamental para lograr las metas fijadas pero para eso debemos saber a dónde queremos llegar y cuáles son las estrategias. La productividad depende de varios factores como pueden ser tecnológicos, financieros, estratégicos, personal…
Existen muchas maneras de poder cualificar y cuantificar esta cuestión, para ello las empresas utilizan KPIs de donde obtienen la información necesaria sobre las tareas realizadas. Los KPis además comparan la información y nos ayudan a saber en qué cuestiones nos estamos equivocando y cuáles están siendo nuestros aciertos.
Para ello, las empresas utilizan las utilizan para obtener información sobre la eficacia y productividad de las tareas realizadas.
En este sentido, podemos dividir en cuatro las situaciones donde fijar indicadores clave de rendimiento para evaluar a los empleados:
- Cantidad: productos fabricados, facturas, prácticamente cualquier cosa que pueda cuantificarse.
- Calidad: número de productos defectuosos, comentarios de clientes.
- Tiempos: tiempos de finalización del proyecto, retrasos, finalización de tareas diarias.
- Coste: El coste del empleado (nómina, formación, etc.) frente al gasto para el desarrollo de un proyecto, o desarrollo de le negocio.
Ventajas de medir la productividad
Las ventajas de medir la productividad son las siguientes:
- Motivación: Se observa el plan de objetivos corporativos y los empleados se sienten comprometidos con la empresa.
- Los gerentes pueden observar el progreso del empleado, ofreciendo refuerzo si es necesario o recompensa.
- Canal abierto: Se crea un entorno comunicativo.
- Se crea visión global de la empresa
- Los empleados comprenden mejor la estrategia de la empresa y son más productivos.
¿La medición de productividad es siempre positiva?
Hay ciertos factores que no siempre son fáciles de medir y que pueden resultar muy subjetivos a la hora de valorarlos. Un control férreo puede que consiga que las personas trabajen más, pero esto no es sinónimo de productividad, llegando incluso a ocasionar el efecto contrario.
Un empleado que se siente demasiado controlado puede pasar horas sin producir nada o hacer como el que trabaja cuando en realidad no está haciendo nada. Eso suele ocurrir cuando está desmotivado y su empresa sólo atiende a datos y reultados en lugar de valorar su actividad diaria.
El exceso de control puede bloquear al personal. Lo más importante es que los empleados sepan en qué trabajan y cuáles son los objetivos que han de cumplir para que ellos mismos puedan gestionar su tiempo en función de las metas que le marca la compañía. Un ambiente de confianza y libertad consigue mejores resultados y crea un entorno más feliz y eficaz que una vigilancia excesiva.
Por lo tanto, está bien controlar los resultados ya que es necesario medir en qué dirección van nuestras acciones, pero también hay que dejar un espacio para la libertad, confianza y creatividad siempre y cuando el trabajador tenga claro cuáles son los objetivos de le empresa y los que se ésta le ha marcado al empleado. Una buena comunicación y una visión global de la estrategia puede resultar más útil que ciertas herramientas para medir la productividad.