Metodologías

Al oír hablar de estos términos lo primero que se nos viene a la cabeza es la gestión de proyectos, ya que muchos no conocen las diferencias entre estas formas de trabajo. En muchas ocasiones se usa uno u otro porque es el que se ha venido utilizando en nuestra compañía y no se ha valorado cuál será el más adecuado para el proyecto que vamos a poner en marcha.

En este artículo vamos a explicar en qué consiste cada una y las principales características, ventajas y desventajas a la hora de seleccionar una de las dos. 

Ambas son las más famosas aunque existen algunas otras, sin embargo, Waterfall y Agile copan todo el mercado profesional en cuanto a la gestión de proyectos. 

Todos los que trabajan con estas metodologías son conocedores que con Waterfall no se consigue conocer en profundidad la situación de los proyectos y con Agile se observa que los equipos siguen teniendo dudas en su manera de proceder. Es por ello que es fundamental conocer las diferencias de cada forma de trabajo. 

Tomar una elección adecuada puede condicionar el ritmo de trabajo y su éxito.

Comparativa entre metodología Waterfall y metodología Agile

Waterfall o cascada es la forma más convencional de gestionar proyectos, y dispone de una estructura con un orden en el que encontramos al jefe de proyectos en lo más alto de la jerarquía y por debajo analistas, testers, etc. No podemos pasar de una fase a otra sin terminar la primera por completo.

Suelen seguir un cronograma con fechas para cada fase desde el inicio, planificación, ejecución, seguimiento y control y cierre.

Una de las diferencias más importantes entre la metodología de desarrollo Agile y Waterfall es el enfoque de la calidad y las pruebas. En Waterfall, la fase  de prueba viene después de la fase construcción; pero en Agile, la prueba generalmente se lleva a cabo antes de acabar el proyecto.

Agile está basado en un procedimiento de trabajo colaborativo y se permite hacer pruebas durante su desarrollo, no hay que esperar al final para ello, y se lleva a cabo en base a entregables. Siempre está en continua mejora. Agile cuenta con scrum, que es un modelo muy usado por las empresas, un proceso que se aplica para trabajar colaborativamente.

Ventajas de Waterfall

• Facilidad para gestionar y cumplir el proyecto
• Resultados concretos
• Todo el proceso exige estar documentado
• Permite planificar tiempos y presupuestos
• El cliente es conocedor de lo que va a recibir desde el principio, incluyendo los cambios.

Desventajas de Waterfall

• Cuando se cierra la fase de requerimientos, si se desea hacer un nuevo cambio, es complicado hacerlo, ya que afecta al coste del proyecto.
• Si no están claros los requisitos desde el inicio, es un método poco efectivo.
• Falta de inmediatez en la respuesta

Ventajas Agile

• Modelo flexible que se adapta al cliente.
• Se define el objetivo del proyecto existiendo un fuerte feedback entre el equipo que dirige el proyecto y el cliente. 
• Fácil reparto de tareas entre los miembros del equipo.

Desventajas Agile

• Proceso menos predecible sobre el proyecto final.
• El proyecto final puede ser diferente del plan inicial.
• Las quejas frecuentes pueden retrasar el trabajo de los desarrolladores.
• El encargado del scrum están muy presionados en esta metodología.

Consejos para elegir entre ambas metodologías

Los directores de proyectos ayudan a sus compañías a seleccionar la metodología más correcta para el desarrollo del proyecto. Para ello necesitamos una visión global para conocer en profundidad qué herramienta debemos usar para tener unos resultados positivos y exitosos. 

Tenemos que saber si tenemos muy bien definidos los requerimientos y el proyecto, ya que ambos programas tienen una manera de operar diferente y un cambio puede resultar complejo a la hora de adaptarlo.

Otro de los puntos importantes es si podemos esperar a que las pruebas estén completas para realizar cambios. 

En definitiva, es vital priorizar cómo de importante es para nuestro proyecto la interacción, la comunicación con el cliente, la planificación, la inmediatez, o si por lo contrario optamos por buscar un modelo más ajustado que no dé lugar a fallos y que esté sujeto a una estricta planificación.

Quizás lo mejor para tomar una correcta decisión sea hacer una lista definida donde se valore:

• Establecer nuestras necesidades: no todas las herramientas responden a lo que estamos buscando por lo que, como hemos dicho antes, es fundamental definir lo que queremos y lo que no queremos. 
• Contratar personal formado: buscar a personas formadas para el proyecto que sepan elegir qué herramienta necesitamos.
• Marcar un objetivo: saber hacia dónde queremos llegar. 
• Tener en cuenta la experiencia del gestor de proyectos: hay que seleccionar un método para todo el desarrollo y la experiencia es lo que hará valorar los pros y los contras para aplicarlo.

Como se suele decir, la experiencia es un grado y nos dará la clave para tener un mínimo margen de error.