HR Agile: The New Revolution
Realizando este Taller conocerás los antecedentes de la Agilidad y cómo la agilidad ha llegado al área de...
En este artículo desgranamos la tendencias formativas y tecnológicas que serán tendencia en 2023, algunas de ellas muy importantes y valoradas ya en 2022.
Para comenzar, el mundo de la tecnología o el sector IT es un elenco de submundos donde cada cosa está interconectada. No podemos hablar del departamento de Desarrollo sin tener en cuenta el de Recursos Humanos, por ejemplo. Todas las partes son un conjunto, aunque a menudo no es fácil verlo así, ya que tenemos tendencia a la división entre puestos estrictamente técnicos y no técnicos.
La clave es que todas las grandes decisiones empresariales giran en torno a dos factores: el económico y el humano. De manera que la balanza se inclina más hacia uno u otro dependiendo de la cultura empresarial y esto no hace tantas distinciones como parece entre departamentos.
Por todo esto, muchas grandes tendencias tecnológicas y formativas no pueden ser usadas inmediatamente en las empresas, debido al coste de su implementación, otras son utilizadas por su facilidad de uso y precio, a veces no relacionada con su usabilidad, y finalmente algunas tendencias están ahí no sé sabe muy bien por qué.
Además, las personas que toman las decisiones empresariales más importantes, no siempre tienen que ver con el departamento de IT o los directivos de puestos tecnológicos tienen que dialogar y ponerse de acuerdo con personas por encima de ellos y otro tipo de grupos dentro de la empresa.
En conclusión, la distinción entre tendencias es:
En todos los casos tendremos en cuenta que algunas son de tipo tecnológico más puro y duro, como herramientas o infraestructuras y que otras se trata de tendencias formativas dentro del mundo IT.
Las tendencias pertenecen a varios segmentos relacionados con el sector IT, que bien pueden ser técnicos o no, pero en general son las más mencionadas.
Las metodologías Ágiles han ganado terreno y han llegado para quedarse durante un buen rato. El enfoque de la toma de decisiones, especialmente en el desarrollo de software, se enfoca por itinerarios donde las soluciones varían a medida que se desarrolla el proyecto. Este tipo de forma de realizar el trabajo hace que sea más fácil desarrollar las cosas por partes independientes, siendo más flexible a la hora de los cambios.
Su uso se ha extendido en otros ciclos de vida de trabajo como los de Management. Los proyectos se desarrollan de forma más rápida. Este tipo de estrategia integral sirve para cosas tan variadas como el marketing o la gestión de servicios, siendo cada vez más importante el conocimiento de ellas. Las certificaciones están en auge y cada día se hace más necesaria su implantación dentro de las empresas, habiéndose vuelto imprescindibles su uso y las formaciones de este tipo en el sector IT.
Relacionada en parte con lo anterior y el trabajo por segmentos, las aplicaciones de ensamblaje y reemsamblaje dinámico, permiten un modelo de trabajo diferente. Los componentes de software se entienden como bloques que componen las aplicaciones y se pueden comprar o desarrollar por separado. Esto hace que los proyectos sean más flexibles, se puedan externalizar servicios y comprar soluciones a medida en los proyectos más complicados, ahorrando tiempo y dinero a las empresas. Se habla ya de que el enfoque de Composable Enterprise, será el preferido por más de la mitad de las compañías para el año que viene.
Al mismo tiempo, el movimiento no code o low code, es algo que permite a cualquier persona desarrollar aplicaciones sin saber programación y complementa mucho a lo anterior. El desarrollo manual del código se vuelve mínimo y se priorizan las aplicaciones y plataformas que no requieren código en absoluto o es de baja complejidad. Las interfaces visuales son intuitivas y suelen estar en la nube, reduciendo mucho su nivel de mantenimiento. Eso también influye en el departamento de RR.HH. cambiando el perfil de contratación, ya que candidatos con experiencia menos técnica pueden ser formados en menos tiempo y los expertos más técnicos pueden abarcar más tareas gracias a este tipo de metodología. Las formaciones relacionadas suelen ser internas.
La llamada Cybersecurity Mesh es un enfoque arquitectónico para controlar de forma flexible las cuestiones de seguridad. Se habla de ello desde el año pasado y este año está muy en boga. Este tipo de enfoque combina procesos relacionados con aplicaciones, IoT, contenedores o Cloud para definir un “perímetro” alrededor de cada objeto. Se trata de una malla de herramientas interconectadas que gestionan de forma centralizada las políticas de Ciberseguridad necesarias.
Conocida ya como CSMA (CyberSecurity Mesh Architecture), es una política escalable y con diferentes formas de control que operan entre ellas, haciéndola mucho más segura que la Ciberseguridad “tradicional”. Se prevee que en dos años esté prácticamente implantada en todas las empresas, por lo que se ha vuelto muy importante en el sector IT. La formación relacionada y las certificaciones son bastantes nuevas, pero muy convenientes y a tener en cuenta.
Para optimizar la automatización de procesos, se utilizan herramientas de aprendizaje automático como AI (Inteligencia artificial), Machine Learning o automatización robótica, combinando RPA con otras tecnologías avanzadas como las mencionadas. Esto se usa para todo tipo de cosas, desde cadenas de producción hasta procesos de marketing, ayudando enormemente al flujo de trabajo. Se considera una pieza clave en la transformación digital, ya que elimina el factor humano en procesos de “bajo valor”, es decir, aquellos que son tediosos, repetitivos o llevan mucho tiempo. Algunos son más complicados que otros, pero desde luego se ha vuelto imprescindible en el sector IT, siendo implantada cada vez más, aunque puede haber algunos departamentos donde escasea como, por ejemplo, en atención al cliente.
Complementando lo anterior, la inteligencia de decisiones o Decision Intelligence es una forma de automatización, digamos, basada en la combinación de la ingeniería inversa, las ciencias sociales, la teoría de decisiones y el análisis de datos. Se ocupa se mejorar los procesos para la toma de decisiones aplicado en el aprendizaje automático. En este momento, dentro de los expertos, toda la formación y certificaciones relacionadas con Decision Intelligence están muy valoradas. El software de decisión inteligente están cada día más cotizados, ya que hay muchas micro decisiones que tomar dentro de los procesos de trabajo. Estos softwares optimizan los datos al máximo potencial para que la inteligencia artificial los interprete de la forma más eficiente posible.
La hiperautomatización abarca todos los departamentos, siendo utilizada para cientos de procesos y ha influenciado en gran medida, por ejemplo, la gestión de datos administrativos o la selección de personal, por lo que la formación relacionada con automatizaciones no solo atañe a los puestos más técnicos, sino que su conocimiento es útil para muchos otros.
En las oficinas del sector tecnológico la cosa está cambiando y cada día más son preferidas las soluciones rápidas, eficaces, disponibles, manejables y sobre todo, baratas. El software libre se abre camino sin piedad, a pesar de que muchas soluciones de software privativo se mantienen en el mercado por diferentes acuerdos, intereses o antigüedad.
Esto está muy relacionado con la preferencia de las empresas por las aplicaciones composables, los componentes ensamblables y en general, con la necesidad de poder realizar los proyectos por segmentos. Además, el ahorro considerable en licencias, que pueden ir desde gratuitas hasta mucho más económicas, hacen que sea una tendencia en aumento y que está copando el mercado. Las certificaciones más apreciadas, van cambiando y ya no existe el monopolio que existía antes respecto a cierto software privativo. Incluso se ha vuelto parte de la marca personal de cada empresa, ya que su uso atrae a diferentes tipos de candidatos y de talento.
Cada día es más importante conocer las soluciones de software libre disponibles en el mercado y ser flexible a la hora de su utilización. Algunos profesionales, incluso rechazan de lleno el software privativo y ya no es como hace veinte años, que eran unos pocos. En la actualidad, podemos decir que, según el tipo de software utilizado, se puede discernir el tipo de empresa y de empleados. El software privativo, además, para competir con esto, se ha adaptado a modelos más parecidos al del libre y ha bajado los precios de muchas licencias, ofreciendo soluciones más acordes con los tiempos. Pongamos el ejemplo de LibreOffice, desarrollado por Microsoft, para demostrar que los gigantes ya no ofrecen solamente soluciones cerradas o de pago. Es una tendencia en alza y que cada día está más valorada.
Como se puede ver en los puntos anteriores, la flexibilidad y comodidad son muy importantes en el sector IT hoy en día y los servicios en la nube no dejan de multiplicarse. Cualquier tipo de certificación o formación en Cloud está enormemente valorada en los trabajadores del sector, sea su puesto técnico o no. De nuevo, la transformación digital depende en gran medida de este punto, lo que hace imprescindible tener muy buena parte de los recursos de la empresa en la nube, si bien no todos. CRMs, ERPs, bases de datos, almacenaje, hosting, escritorios virtuales, seguridad, correo, calendarios… ya todo está en la nube.
Las nubes pueden ser privadas, públicas, híbridas y multicloud, adaptándose a cada tipo de cliente. El servicio más utilizado es SaaS (Software as a Service) donde el software y los programas están alojados en el servidor del proveedor y se accede por el navegador. Para los desarrolladores Paas (Platform as a Service) es el más común, ya que pueden crear y distribuir sus aplicaciones en un entorno preexistente. Por último, IaaS (Infrastructure as a Service) es el más técnico. En resumen, Cloud sigue creciendo y sigue siendo tendencia.
En un entorno tan flexible y dinámico, es imposible invertir el mismo tiempo que hace diez años en formación. En el año 2023 las plataformas virtuales de aprendizaje seguirán siendo una tendencia en alza, siendo cada vez más común la demanda de una interna por parte de las empresas o bien, el acuerdo con alguna existente, como OpenWebinars.
Existen acuerdos para entrar con un nombre de usuario y contraseña y ser controlado el progreso del “estudiante” a través de una plataforma interna. Esto resulta muy útil a los supervisores y al departamento de RR.HH., ya que se puede controlar directamente la formación de los empleados y también de los trabajadores nuevos.
Es realmente útil y ya muchas empresas como Google o Microsoft, tienen descuentos y vales relacionados con este tipo de plataformas de formación, para que las personas que cursen los cursos con éxito puedan realizar sus exámenes oficiales y certificar sus conocimientos. Hace un par de años, este tipo de formaciones era relativamente opcional y a interés de cada uno, pero debido a la implantación de nuevas normativas de calidad, muchas empresas exigen ciertos conocimientos para mantener ciertos puestos. Es una tendencia que viene para quedarse y es importante tenerla en cuenta.
Puede parecer redundante hablar de documentación digital, tras el 2020 y la pandemia, pero en el año 2022 las cosas han ido más allá y la tendencia se mantendrá en 2023. Como hemos mencionado en el punto anterior, la automatización de procesos es muy importante.
Actualmente, desde el primer momento, el departamento de Recursos Humanos, utiliza programas y algoritmos para filtrar CVs y seleccionar candidatos. Las entrevistas en vídeo ya no son poco comunes y cada día todo está más preestablecido y automatizado. Incluso se han vuelto normales los bots tipo chat que hacen cuestionarios de conocimientos.
La ya conocida firma electrónica, la nómina digital con contraseña y cifrada… este tipo de gestión digital crece sin parar actualmente, y aunque sigue en combinación con lo orgánico, se ha vuelto imprescindible y ya casi una norma en el sector IT. Esto ha obligado a actualizarse al personal de este departamento, formándose en las nuevas herramientas de selección, cada día más dinámicas y automatizadas.
Existe polémica respecto a este punto, ya que no es el más moderno de todos. Muchas empresas del sector tecnológico, a pesar de abrazar las novedades y pasar por muchos de los puntos anteriores, siguen manteniendo herramientas antiguas que son estables y funcionan bien, pero que no se tratan de las mayores novedades del mercado. Algunas tienen versiones más actuales, pero caras y complicadas de implantar, así que un buen número de compañías, por ejemplo, de banca y seguros, siguen tirando con viejos ERPs y bases de datos anticuadas.
Esto en sí mismo, aunque suene extraño, es también una tendencia en 2022 que se mantendrá en 2023, ya que es una realidad bien conocida en el sector IT. Pongamos el ejemplo de viejas versiones de SAP o incluso ciertos departamentos que aún funcionan con AS-400. Es curioso cómo se combina este tipo de práctica con las más modernas aplicaciones de Cloud u otros. Las migraciones y actualizaciones son complicadas, especialmente en el caso de información sensible, como la financiera. Así que como se requiere una inversión considerable (incluida la formación del personal en la herramienta nueva) muchas empresas tienen tendencia a quedarse como están respecto a ciertas herramientas.
No obstante, no solo se trata de ERPs y bases de datos. Algunas herramientas “clásicas” funcionan bien y son percibidas como deseables y prácticas, como por ejemplo Kubernetes. Invertir o no tiempo de formación en herramientas que no son nuevas depende mucho de nuestro puesto de trabajo y la rentabilidad laboral que supone a la empresa.
Hagamos un inciso en esta parte, haciendo ver que se trata de observaciones expresadas en general en el sector IT, pero que no siempre es la norma. Al mismo tiempo, puede existir una ligera contradicción con el punto anterior, ya que el sector tecnológico es muy amplio y complicado.
Este año no se ha parado de comentar las maravillas de Rust como gran tendencia para 2023 en cuanto a lenguajes de programación. Muchos ingenieros e ingenieras aprecian este lenguaje y lo consideran útil y eficaz, pero no pueden utilizarlo en su trabajo a día de hoy y se prevé que en 2023 siga ocurriendo lo mismo.
Este es un ejemplo de que este año, ha habido muchas novedades que funcionan muy bien a nivel de desarrollo pero que por los motivos ya mencionados (costes, implantación difícil, formación necesaria) no siempre llegan a las empresas, aunque sí al mercado. La mejora de los lenguajes de programación es constante y muy dinámica. Resulta complicado estar al día y más a nivel empresarial. Cualquier mejora que pueda ser implantada por partes, es mucho más factible que acabe siendo realmente usada, ya que como acabamos de decir, el trabajo por segmentos es la tendencia.
Los lenguajes multiparadigma y más seguros que los anteriores, seguirán creciendo y siendo apreciados. La tendencia más común, es la combinación de los existentes con los nuevos. En cuanto a la formación, en este caso suele ser voluntaria y por curiosidad, más que por aplicación práctica.
A pesar de que hemos mencionado anteriormente que la formación online es cada día más común en las empresas IT e incluso obligatoria, no tiene el mismo peso que las certificaciones. Es decir, que, a pesar de haber cursos muy buenos y muy completos, lo que cuenta a la hora de la verdad, es haber pasado el examen oficial.
Muchos profesionales están en contra de esto, ya que suele ser costoso certificar conocimientos y en muchos casos, el dinero sale de su bolsillo y no de la empresa. Es contradictorio, ya que se fomenta muchísimo este tipo de formación y en el sector IT, la curiosidad y el aprendizaje continuo son fundamentales.
Quizás las herramientas de medición de talento y conocimientos deberían ser revisadas y ser tan flexibles como el resto de políticas y herramientas que son tendencia para el año 2023. Es perfectamente posible adquirir los conocimientos adecuados para ciertas tareas, trabajos o proyectos, meramente con el contenido de ciertos cursos, especialmente si la persona en formación ya trabaja en ello. Por lo que, a pesar de la tendencia contraria, a muchos trabajadores del sector IT les gustaría que valorasen tanto sus horas de formación como sus diplomas y certificados, ya que son muchos los casos en que no se acaba haciendo el examen por exceso de trabajo, falta de tiempo, etc., lo cual no quiere decir que no se esté capacitado.
Esta es una tendencia de las más polémicas dentro del sector tecnológico y que más resentimiento ha creado en el departamento de atención al cliente (entre otros), uno de los más ignorados dentro de las empresas. Durante 2022, y también en 2023, a pesar de la experiencia adquirida durante la pandemia respecto al teletrabajo, se suele priorizar el trabajo 100% remoto para los puestos más estrictamente técnicos, siendo muchas veces obligatoria la asistencia a la oficina para las personas de los departamentos más administrativos.
En algunos casos, se considera que es necesario a nivel social, en otros porque resulta más cómodo para la comunicación… En cualquier caso, no siempre los trabajadores están de acuerdo y la obligatoriedad levanta ciertas ampollas ante la desigualdad en la capacidad de elección respecto a puestos técnicos superiores. Aunque suene contradictorio, muchos empleados del sector IT consideran que su flexibilidad laboral ha empeorado con la vuelta a la normalidad, si se nos permite mencionarlo, especialmente mujeres y personas con hijos.
Además, las jornadas parciales nunca han sido tendencia en el sector tecnológico y en 2023 no será una excepción. Se hace muy complicado conseguir una jornada de menos de ocho horas, a pesar de que cada día más profesionales la prefieren. En el presente cualquier tipo de formación que nos permita ser más independientes a la hora de teletrabajar si es necesario, es muy valorado. El conocimiento de plataformas relacionadas con esto, el uso de escritorios digitales, las herramientas en remoto y un largo etc., son tendencias formativas muy marcadas.
Este tipo de tendencias están ahí, pero son usadas de una forma equivocada o con un enfoque incorrecto.
La primera como siempre en la frente, y es que hay muchas empresas que no han comprendido bien el teletrabajo. El exceso de reuniones online queriendo imitar el encuentro en la oficina, ya pasó de moda allá por el 2020, pero muchas empresas de corte tradicional, siguen con ello, para malestar de sus empleados. La obligatoriedad de encender la cámara en las reuniones o incluso pasar lista, infantiliza a los trabajadores y los hace sentir poco valorados además de perder un tiempo que necesitan para terminar sus tareas.
Muchas empresas siguen utilizando la primera hora de la mañana completa para saludar y ponerse al día, cuando gracias a las numerosas herramientas digitales, existen formas mucho más cómodas y automáticas de hacerlo. Cuando este tipo de reuniones son voluntarias, las quejas son menores, pero cuando se vuelven obligatorias, la mayoría de los empleados intentan aprovechar ese tiempo para hacer tareas pendientes y todo pierde sentido.
La oficina online como concepto es erróneo, ya que la transformación digital viene para cambiar la forma de pensar y actuar en el trabajo. Es importante no intentar imitar el modelo presencial en el caso del teletrabjo, y en el caso presencial, no continuar con métodos y estrategias anticuadas. El uso excesivo del teléfono o la comunicación verbal espontánea para cosas importantes sigue siendo una tendencia España, de la que se quejan muchos trabajadores, ya que se pierde tiempo e información.
Las empresas gastan grandes presupuestos en herramientas de comunicación que no usan adecuadamente y es importante establecer protocolos de comunicación adecuados, basados en marcos (como por ejemplo ITIL) que nos permitan sacar el máximo partido a la transformación digital. Precisamente, la formación adecuada, puede ayudar enormemente a una transformación digital bien entendida.
Muchas empresas se han subido al carro de ser verdes o de parecerlo. Nada en contra tenemos de la verdadera sostenibilidad y conciencia ecológica, pero el problema es que la tendencia para 2023 es más bien el llamado Greenwashing: es una estrategia de marketing que crea la ilusión de una responsabilidad ecológica que no existe o es mucho menor.
La mercadotecnia de las compañías puede llegar a ser muy escandalosa, mientras que dentro de ellas ocurren cosas cuestionables. No cabe duda de que la creación de procesos de control y estándares reales y aplicables sería mucho más conveniente que la pura imagen. No obstante, mientras tanto muchos trabajadores ven como, por ejemplo, existen contenedores de reciclaje en su oficina, pero toda la basura se tira junta porque no desean invertir en personal que se ocupe de esto. La basura que genera una empresa de miles de personas es muy grande y su impacto anual es potente.
Pequeñas y grandes cosas como estas se hacen en las empresas cada día, mientras se anuncian como verdes en las redes sociales. Esperamos que la tendencia se invierta pronto, y a pesar de que sus esfuerzos por la sostenibilidad no sean tan evidentes o visibles de cara al público, al menos sean reales. La formación relacionada con la legislación de responsabilidad social corporativa está en crecimiento en 2022 y continuará en 2023, ya que cada día es más importante tomar medidas reales y seguir los protocolos establecidos.
Las empresas del sector tecnológico están encantadas con el auge de las apps para gestionar tareas y microtareas, así como para fichar al entrar y salir del trabajo (sea digitalmente o presencialmente), pero los empleados no tanto. Con bastantes malentendidos y fallos, los empleados se acostumbran a ellas, pero las perciben como poco humanas o poco prácticas cuando surge un imprevisto. Así mismo, a la hora de la evaluación del desempeño, pueden surgir situaciones injustas. Por ejemplo, se utilizan mucho cuando hay que hacer salidas para reparaciones, habiendo un tiempo y unas tareas establecidas.
Las quejas van desde que los tiempos no están bien calculados, hasta que no se contemplan imprevistos tan normales como quedarse sin batería, pasando por la sensación de control excesivo por parte de la empresa. Son tendencia y lo seguirán siendo, a pesar de que pueden ser mucho más perfeccionadas. En cuanto a la formación, está en crecimiento, ya que el uso de APIs y el desarrollo de aplicaciones son tecnologías usadas en estos procesos. Muchos desarrolladores optan por formarse en este ámbito para intentar mejorar las experiencias y menguar las incidencias en este tipo de apps.
Los agentes de soporte o Help Desk son a menudo externalizados a otras empresas, que no conocen bien lo que ocurre dentro de la nuestra. En muchos casos, están fuera del sector IT y en otros, en países alejados que requieren de muchos intermediarios para cualquier incidencia. Fuera y dentro de las empresas, todo el mundo odia llamar a atención al cliente o a soporte cuando tienen una incidencia. Los tickets se pierden, se duplican, el sistema funciona mal y en general, se ve el proceso como complicado y tedioso.
En teoría, las compañías tecnológicas intentan ahorrar dinero con este tipo de sistemas de incidencias, y seguirá siendo una tendencia activa en 2023, pero que no es muy apreciada. Se crea la sensación de que es muy complicado hablar con una persona, de que requiere mucho tiempo y de falta de eficiencia. A menudo se debe a empleados sobrecargados, poco formados para sus tareas, o formados demasiado deprisa, que además manejan varios clientes al mismo tiempo e incluso varios idiomas a la vez.
Dentro del sector IT, soporte es uno de los puestos menos valorados y que más se podría mejorar, sin embargo, la tendencia a la externalización de este recurso seguirá ahí por el momento. No obstante, la formación relacionada con los programas de gestión y CRMs en general, sigue en crecimiento, siendo por ejemplo Service Now uno de los más populares y sus certificaciones las más demandadas para puestos similares.
En conclusión, las tendencias tecnológicas y formativas dentro del sector IT son variadas e interrelacionadas entre ellas. Las tendencias van cambiando y creciendo según el mercado y la realidad social, y está claro que cualquier tipo de formación en los puntos mencionados, será muy valorada en 2023.
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