Qué es AWS: Un mundo de soluciones en la nube
Adentrarse en AWS es como descubrir un nuevo universo de posibilidades en la nube, que puede llegar a ser abrumador de primeras....
El almacenamiento en la nube ha revolucionado la forma en que guardamos y accedemos a nuestros datos, y AWS está en la vanguardia de esta transformación. Pero, con tantas opciones disponibles, ¿cómo saber cuál es la adecuada para tus necesidades? Este artículo viene a ayudarte a comprender en qué casos elegir cada uno de ellos.
Érase una vez, en la vasta extensión del universo digital, almacenar datos era como domar a una bestia salvaje: desalentador, impredecible y a menudo caro. Entonces llegó la era del almacenamiento en la nube, en la que Amazon Web Services (AWS) emergió como el caballero de brillante armadura, blandiendo herramientas como Amazon S3, EBS y Glacier.
Imagínatelo: una época pasada y oscura en la que almacenar datos significaba hacer malabarismos con pilas de disquetes y rezar para que el ordenador no se estropeara antes de poder pulsar el botón de guardar. En medio de ese caos del medievo digital surgió un brillante faro de esperanza: la nube.
Con un movimiento de varita mágica (y muchas horas de trabajo), se inauguró una nueva era de computación en la nube, cambiando para siempre la forma en que almacenamos, gestionamos y devoramos datos.
Eones digitales después (apenas unos años) llegamos al momento presente en que Amazon Web Services (AWS) es una sólida plataforma en la nube que ofrece una amplia gama de herramientas de almacenamiento. Sin embargo, puede resultar bastante complicado determinar cuál es la más adecuada para las necesidades específicas. Pero aquí estamos para desentrañar los entresijos del almacenamiento de AWS, centrándonos especialmente en AWS S3, EBS y Glacier.
Si el mundo digital fuera un reino como el que imaginamos al principio, podemos decir que AWS S3 es el auténtico y gran “santuario” para datos de todas las formas y tamaños. Ya se trate de un sitio web, una aplicación móvil o un buscador de copias de seguridad, S3 proporciona el refugio perfecto. ¿Qué es S3? Un lugar donde la versatilidad y escalabilidad son su mejor arma, adaptándose sin esfuerzo a cualquier necesidad de almacenamiento. Como si pudiéramos aumentar el número de habitaciones de nuestra casa cada vez que lo necesitáramos.
Una de las herramientas de almacenamiento de AWS más utilizadas, es el Servicio de almacenamiento simple (AWS S3), que es una plataforma inmensamente duradera diseñada para la recopilación, el almacenamiento y el análisis de datos a gran escala. Tanto si está desarrollando una aplicación móvil, recopilando datos de sensores IoT o alojando un sitio web, AWS S3 es una gran solución.
La durabilidad y disponibilidad de AWS S3 es otro de sus grandes rasgos ya que S3 está disponible en todo el mundo y ofrece una durabilidad del 99,999999999%, gracias a su amplia red de zonas de disponibilidad (AZ) y regiones.
Su capacidad de ejecutar análisis de big data directamente sin necesidad de cargar los datos en otro sistema es también muy apreciada. Herramientas como Athena y Redshift Spectrum, facilitan el análisis de datos haciéndolo mucho más rentable que el proceso ETL tradicional. Su consulta y transferencia de datos resulta sencilla, ya que AWS proporciona API que simplifican la transferencia de datos hacia y desde S3. Por ejemplo, Amazon S3 Transfer Acceleration está diseñado específicamente para cargar archivos de gran tamaño a través de grandes distancias geográficas.
El almacenamiento en AWS es versátil, así que ¿cuándo utilizar S3? Copias de seguridad y recuperación, archivado de datos, análisis de big data, almacenamiento en la nube híbrida, datos de aplicaciones nativas de la nube, recuperación ante desastres, alojamiento de sitios web estáticos o CDS (Sistema de entrega de contenido) de Amazon CloudFront son algunas de las opciones más repetidas.
Sería el fiel escudero de los caballeros de EC2. Con sus volúmenes de bloques persistentes, EBS garantiza que las instancias de EC2 nunca deambulen por el reino digital sin un escudo fiable. Sus opciones de escalabilidad y backup son como una robusta armadura que protege los datos del caos de la nube. Ningún dato será perdido o vulnerado.
El almacenamiento es seguro y fiable con AWS EBS. Los volúmenes de Amazon EBS se construyen para la redundancia dentro de su zona de disponibilidad, protegiendo contra fallos del sistema y del hardware. Además, la red optimizada para Amazon EBS se ha diseñado específicamente para minimizar la latencia y mejorar el rendimiento proporcionando un rendimiento dedicado de entre 500 y 10.000 Mbps. Amazon EBS proporciona volúmenes de almacenamiento de bloques locales persistentes para las instancias de Amazon EC2. Estos volúmenes se replican automáticamente dentro de sus zonas de disponibilidad, lo que garantiza una alta disponibilidad y durabilidad.
Como no podía ser menos, además EBS ofrece la flexibilidad de escalar sus volúmenes según sus necesidades específicas, ya sea en términos de capacidad, costes o desempeño.
Bases de datos relacionales, aplicaciones empresariales, desarrollo y pruebas y bases de datos NoSQL.
En esta historia podríamos ver a Amazon Glacier como el gran guardián de los archivos a través del tiempo. Combinando fuerzas con S3 y EBS, Glacier ofrece una tríada de soluciones de almacenamiento integradas y optimizadas, que garantizan que incluso los datos más antiguos permanezcan seguros y accesibles. Es una solución ideal para el almacenamiento a largo plazo, más que para un acceso rápido a los datos, donde sería más adecuado el uso de EBS.
AWS Glacier resulta muy rentable, ya que no hay compromisos ni cuotas iniciales. Solo se paga por lo que se necesita. Ofrece almacenamiento seguro y duradero a muchísimo menos coste que las soluciones on-premise. Es sencillo y flexible, ya que Glacier simplifica la gestión de backups externos. No hay límites de almacenamiento y se puede almacenar los datos en cualquier región según las necesidades normativas y empresariales. Además su integración con S3 puede automatizar procesos como las migraciones de datos del uno al otro utilizando las políticas del ciclo de vida de Amazon S3. Esto garantiza que solo pague por los servicios que se necesitan, cuando se necesitan y la facilidad de pasar datos de uno a otro sin complicaciones.
Archivado de medios, archivo normativo (cumplimiento de normas de almacenamiento de datos externo) o preservación digital. Se utiliza en campos como los archivos de información sanitaria o el almacenamiento de datos de investigación científica, por ejemplo.
En un escenario como el contemporáneo en el que necesitamos almacenar y gestionar una amplia gama de datos, desde archivos de gran tamaño hasta pequeños fragmentos de información, necesitamos soluciones complejas, pues no todos los datos son iguales. La sinergia entre S3, EBS y Glacier aborda esta tarea monumental de manera eficiente y, lo que es también importante, rentable.
Un ejemplo clásico de integración de servicios es utilizar S3 como un almacén principal de objetos para datos de acceso frecuente y EBS como un repositorio de bloques persistente para instancias de EC2 que requieren un rendimiento perfecto, sin retrasos ni cuelgues. Además, se pueden configurar políticas de ciclo de vida para mover automáticamente datos menos activos de AWS S3 a Amazon Glacier, reduciendo así los costes de almacenamiento a largo plazo sin sacrificar la accesibilidad. Esto puede suponer un enorme ahorro de tiempo y de organización en los proyectos de gran envergadura. Imagínate no volver a pensar en hacer espacio moviendo viejos datos y backups.
Tal vez, en otro momento, necesitemos implementar un sistema de copias de seguridad potente y estable para proteger los datos contra desastres y pérdidas accidentales. Mejor prevenir que lamentar y aquí es donde entra en juego otra vez la integración entre S3 y Glacier. Se puede configurar S3 como un punto de entrada para las copias de seguridad en tiempo real, mientras que Glacier actúa como un destino de almacenamiento seguro y asequible para los datos históricos. ¿Suena fácil? Así lo es.
AWS S3, AWS EBS y AWS Glacier están unidos para sacar el mejor rendimiento posible de los servicios contratados.
En resumen, la integración de servicios en la nube no solo amplía las posibilidades, sino que también maximiza el valor de la inversión en infraestructura de AWS.
Ahora vamos a brindar algunos consejos para seleccionar entre S3, EBS y Glacier basándose en criterios como frecuencia de acceso, coste y requisitos de rendimiento.
La regularidad no le asusta pues sus tiempos de respuesta son rápidos, por lo que supone la opción ideal. Su arquitectura escalable y su baja latencia garantizan ese acceso rápido a los datos cuando más se necesitan, sin miedo a quedarnos colgados o una lentitud inoportuna en el momento crítico.
Para datos de acceso ocasional a los que accedemos de forma esporádica y no necesitan estar disponibles de inmediato, recomendamos Glacier. Como hemos dicho antes, Glacier es muy económico y seguro, por lo que resulta la mejor opción para almacenar datos a largo plazo, que necesitamos tener pero que no vamos a consultar muy a menudo. Recordemos que además podemos moverlos a S3 si en algún momento se vuelven más necesarios, donde podremos usarlos con mayor rapidez.
Como acabamos de mencionar, Glacier es económico, por lo que, si el presupuesto es ajustado, es la mejor opción. Cuando el coste es una prioridad, podemos sacrificar un poco de rendimiento y aún así tener una muy buena solución, ya que sus tarifas de almacenamiento son extremadamente bajas en comparación a la competencia.
Glacier es un poco más lento que EBS o S3, pero sigue trabajando muy bien y es muy seguro, por lo que puede ocuparse del almacenamiento de datos, de una forma eficiente y económica.
Sin embargo, si nuestra necesidad de rendimiento es crítica y la velocidad es fundamental para las operaciones, EBS sería muchísimo más apropiado. Es más caro que Glacier o S3, pero es el más rápido, por su capacidad para proporcionar bloques de almacenamiento persistente. Por eso, es la opción más popular para la ejecución de aplicaciones que requieran un alto rendimiento, como bases de datos o servidores de aplicaciones. La experiencia es fluida y sin interrupciones, y si esto es lo que más valoramos, sin duda es la mejor solución.
No obstante, si la carga de trabajo no requiere un rendimiento extremadamente alto y se puede tolerar una latencia ligeramente más alta, S3 es una opción viable en lugar de EBS, siendo una opción intermedia entre Glacier (el más lento) y EBS (el más rápido).
En cuanto a las tendencias futuras, es evidente que el almacenamiento en la nube seguirá siendo un área de rápido crecimiento y evolución. Con el avance de tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis de datos, podemos esperar ver aún más innovaciones en áreas como la automatización, la seguridad y la gestión de datos. El Edge Computing (o computación frontera), por ejemplo, está ganando popularidad a medida que las organizaciones buscan procesar datos más cerca de donde se generan, lo que requiere soluciones de almacenamiento que puedan funcionar de manera eficiente en entornos distribuidos. Es uno de los casos donde se hace imprescindible un cloud computing rico en servicios y que funcione bien bajo condiciones muy diferentes.
Otra de las nuevas tendencias es el almacenamiento en la nube híbrida, donde se desarrollan soluciones que permiten a las organizaciones integrar sus infraestructuras locales con servicios en la nube de manera eficiente y segura. Hay empresas que cuentan con opciones muy válidas en sus instalaciones y que prefieren solo una parte de los servicios cloud. Los servicios de almacenamiento como AWS son y deben continuar siendo conscientes de esto, ofreciendo soluciones adaptadas a cada caso. Lo mismo que un usuario a nivel personal, no siempre tiene todos sus servicios en una sola marca (por ejemplo, usar solamente cosas de Apple), las empresas pueden decidir no contratar todo el almacenamiento con AWS, sino una combinación de lo que ya tienen, sus competidores y Amazon. Esta tendencia seguirá en alza, ya que el mercado es competitivo y las soluciones varían constantemente, resultando unas más atractivas que otras según el momento.
Por último, con el aumento de las preocupaciones sobre la seguridad y la privacidad de los datos, se espera que tanto AWS como sus competidores inviertan también en tecnologías y prácticas de seguridad avanzadas para proteger los datos sensibles de sus clientes. Esta tendencia era de esperar, y nunca dejará de ser una exigencia a tener en cuenta.
En resumen, el futuro del almacenamiento de datos está lleno de oportunidades y desafíos para AWS y sus competidores. Con un enfoque en el rendimiento, la economía, la escalabilidad y la seguridad, las empresas que quieran posicionarse para seguir siendo líderes en el mercado de almacenamiento en la nube deberán satisfacer las necesidades cambiantes de sus clientes en un mundo cada vez más digitalizado.
Lo más importante de las soluciones de almacenamiento de AWS se resume en su versatilidad, rendimiento, seguridad y escalabilidad. Ofrecer un almacenamiento de objetos altamente escalable y duradero, adecuado para una amplia gama de casos de uso, seguirá siendo fundamental. El alto rendimiento y la alta disponibilidad, así como la durabilidad de datos es una prioridad en las soluciones de almacenamiento de AWS. Todo esto, considerando un coste competitivo y tirando por lo bajo respecto a sus competidores.
La seguridad y flexibilidad características de las herramientas de AWS son la base del buen rendimiento de datos y la latencia como aspectos críticos en el almacenamiento. Para abordar esto, las soluciones de almacenamiento deben ser capaces de ofrecer un acceso rápido y eficiente a los datos, incluso en entornos con alta demanda, cosa que AWS hace muy bien. Las soluciones deben ser capaces de crecer y adaptarse dinámicamente para satisfacer la demanda sin comprometer el rendimiento o la disponibilidad.
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