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En este artículo vamos a explicar qué es un entorno BANI y qué es un entorno VUCA, para que conozcas las diferencias y la evolución de un modelo a otro.
A lo largo del tiempo se han ido desarrollando en el marco de las teorías del pensamiento diferentes modelos o conceptos que nos permitan entender mejor el contexto. Como seres humanos que somos, siempre hemos buscado describir la realidad con un lenguaje que nos permita simplificarla. En definitiva, que nos ayude a extraer información del entorno.
En momentos de turbulencias, surgen los conceptos VUCA y BANI. Si algo tienen en común ambos paradigmas es que son representaciones simplificadas de la realidad desarrolladas con el objetivo de comprender mejor el contexto en el que vivimos, esto es, nuestro entorno. Pretenden poner orden el modo de entendimiento de la realidad, para comprenderlo mejor.
En época de cambios, actúan como mapas que dibujan el contexto de forma más ordenada, para permitirnos entender los sucesos y las casuísticas que se desarrollan.
El acrónimo VUCA surge en el ámbito militar, en la década de los 80 tras la guerra fría, intentando explicar un mundo complejo y ambiguo. Es el concepto que se ha venido utilizando en el ámbito empresarial desde entonces para definir estrategias a largo plazo que permitan tener en cuenta el entorno.
El entorno VUCA se define como:
Si bien, aunque los adjetivos que atribuye el concepto VUCA a la realidad se ven patentes en el entorno, muchos estudiosos comienzan a verlo como obsoleto, vislumbrando la necesidad de sustituirlo. VUCA se ve como insuficiente y requiere incorporar nuevos elementos que complementen el modelo conceptual con el que nos aproximamos a la realidad.
Esta obsolescencia del modelo VUCA se ha visto precipitada, sobre todo, con el contexto de la pandemia mundial. Esto es, hasta el año 2020 se consideraba fiable y parecía útil en la explicación del entorno. Sin embargo, la pandemia y el Covid-19 ha roto todos los esquemas. Podríamos decir que en el 2020 el concepto VUCA ha caducado.
Debido al caos generado por la pandemia en el mundo, coge fuerza en 2020 un nuevo concepto. En un momento en el que la situación global cambia se requiere de nuevas herramientas o conceptos que nos ayuden a encontrar sentido a la realidad. Modelos que simplifiquen el contexto y nos permitan definir las respuestas adecuadas en un mundo incontrolable.
En un entorno de confusión e incertidumbre, se retoma el concepto BANI, creado en 2016 por Jamais Cascio, miembro del Instituto de Estudios del Futuro. El modelo BANI se acuña por primera vez en el artículo “Facing the Age of Chaos”. BANI va más allá de VUCA porque define una realidad de caos y confusión, yendo mucho más allá de la inestabilidad y la incertidumbre de la que hablaba VUCA.
Como en el caso de VUCA, para entender el concepto hay que acudir a las siglas que forman el acrónimo. Por los términos en inglés: B de frágil, A de ansiedad, N de no lineal e I de incomprensible.
VUCA nos hablaba de un entorno volátil, esto es, que cambia rápidamente y es poco predecible. En el concepto BANI la B es consecuencia de las brechas causadas por esa volatilidad del entorno anterior.
El contexto se ha vuelto cada vez más quebradizo y, por tanto, frágil, ya que en cualquier momento puede romperse. Esto es, los sistemas sociales y económicos se han visto machados por los diferentes sucesos mundiales y son, a día de hoy, más débiles de lo que aparentan. Si miramos profundo, dichos sistemas pueden romperse en cualquier momento, incluso aquellos que parecen más fuertes.
La B de BANI también va unida a un concepto de entorno no elástico. Nuestra realidad es rígida, los sistemas son más estáticos de lo que deberían y por tanto nos reduce la capacidad de adaptarnos, nuestra resiliencia.
Un contexto volátil y poco predecible y, que además, experimenta síntomas de fragilidad ante cualquier suceso, genera agitación en los componentes de los sistemas sociales. Un aura de inquietud y zozobra nos rodea.
Esta ansiedad además se ve incrementada por la sensación de impotencia que viven los individuos, incapaces de generar un resultado cambiante y que realmente tenga un valor en el entorno. Cualquier solución que pongamos, se verá como incorrecta, ya que vivimos nuestro día a día con agitación.
Los estudiosos consideran que esta A de ansiedad también está generada por haber intentado acercar el futuro al presente, buscando soluciones muy rápidas a los problemas, intentando correr demasiado. Ello nos ha hecho sentirnos inseguros, acrecentando la incertidumbre.
El peligro no es la ansiedad en sí, sino el miedo que genera y el peligro de que dicha sensación de impotencia se convierta en pasividad.
Estamos acostumbrados a vivir en un mundo complejo (C de VUCA). Si bien, cada vez es más patente que la relación causa-efecto, aunque pueda llegar a ser secuencial, desde luego no es inmediata y eso nos trastorno. Nos genera una sensación de incoherencia porque no logramos ver la relación de causalidad al no estar cerca la causa de la consecuencia.
Un entorno no lineal nos produce desequilibrio. Ese desfase temporal entre el origen y la consecuencia nos desestabiliza. Al no estar unido el efecto a la causa, las consecuencias nos sorprenden, las experimentamos como desproporcionados. Ello nos genera sentido de urgencia contribuyendo aún más a la sensación de ansiedad.
Un entorno no lineal, que nos impide comprender la realidad, se presenta como impenetrable.
VUCA era ambiguo y esa ambigüedad del entorno es lo que lo hace incomprensible. Es ilógico y no podemos entender lo que ocurre. No sigue los patrones habituales y nos hace sentir que no tenemos la suficiente capacidad de entendimiento. Y, aun con información adicional que podamos obtener, no parece que sea suficiente para comprender la entera magnitud de todo lo que ocurre.
Como todo modelo conceptual, es necesario definirlo y comprender cada uno de sus elementos. Si bien, lo importante es sacar conclusiones que nos permitan explotarlo. En el caso del concepto BANI podemos extraer una serie de consejos de acuerdo a la representación simplificada de la realidad propuesta.
En términos generales, podemos decir que es necesario definir estrategias a corto plazo. Las estrategias a largo plazo ya no tienen sentido puesto que la realidad nos impide garantizar la toma de decisiones con información completa y con una evaluación adecuada de los datos.
Vivimos en un entorno de caos constante en el que es necesario generar negocios de futuro tras la pandemia del covid-19. Debemos ser capaces de buscar la disrupción, innovar de manera constantes para reducir los efectos del contexto.
Si atendemos a cada uno de los adjetivos:
Todos los consejos vistos para cada elemento del concepto BANI tienen que ver con habilidades o competencias “blandas”, esto es, soft skills. Los humanos no podemos saber de todos, por ello es importante desarrollar capacidades que nos permitan organizar datos, apoyándonos además en herramientas tecnológicos. Esta es la mejor fortaleza que podemos desarrollar en un entorno cada vez más acelerado.
Desde el punto de vista de la dirección empresarial podemos destacar los siguientes elementos a trabajar para operar en un entorno BANI:
Las empresas deben ser capaces de obtener la máxima información del entorno y realizarlo de manera constante. Ello les permitirá ver todos los escenarios con mayor claridad, y ejecutar análisis detallados que deberán materializarse en pilotos de testing que aseguren la agilidad en la implantación de cambios.
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