Visión sistémica: Enfoque integral para el éxito empresarial

Visión sistémica en empresas

La visión sistémica se aplica en diversos campos, incluyendo la gestión empresarial, la ecología, la psicología, la educación y la ingeniería.

Qué es la visión sistémica

La visión sistémica es un enfoque conceptual y metodológico que busca comprender, analizar y abordar fenómenos y situaciones, considerando las interrelaciones y conexiones entre sus partes constituyentes en lugar de analizar cada componente de manera aislada.

Esta perspectiva se basa en la premisa de que las partes de un sistema están interconectadas y son interdependientes, y cualquier cambio en una parte afecta al sistema en su conjunto.

Características clave de la visión sistémica

• Interconexión e interdependencia:
  • La visión sistémica reconoce que los elementos dentro de un sistema están conectados entre sí y que sus acciones e influencias son interdependientes.
  • No se limita a ver partes aisladas, sino que considera cómo estas partes interactúan y se influyen mutuamente.
• Totalidad y complejidad:
  • Aborda la totalidad de un sistema, considerando su complejidad y las múltiples relaciones entre sus componentes.
  • En lugar de fragmentar la realidad en partes independientes, la visión sistémica busca comprender el conjunto y cómo se integran las partes.
• Enfoque holístico:
  • Al analizar sistemas en su conjunto, considera tanto las relaciones dinámicas como las propiedades emergentes que surgen de las interacciones entre las partes.
  • Esto implica mirar más allá de las partes individuales para entender la esencia y el comportamiento global del sistema.
• Causalidad circular:
  • Acepta la causalidad circular en lugar de lineal.
  • Reconoce que las relaciones dentro de un sistema son bidireccionales y que los eventos pueden tener efectos en cascada en diferentes partes del sistema, generando bucles de retroalimentación.
• Perspectiva temporal:
  • Considera el tiempo como un elemento esencial.
  • Se preocupa por cómo las condiciones y las interacciones evolucionan y cambian los sistemas a lo largo del tiempo.
• Adaptabilidad y cambio continuo:
  • Abraza la idea de que los sistemas son dinámicos y están en constante cambio, reconociendo que las condiciones pueden cambiar y aceptando que las transformaciones internas y externas pueden afectar la dinámica global del sistema.
• Enfoque multidisciplinario:
  • Incorpora principios de diversas disciplinas como la biología, la física, la sociología y la cibernética.
  • Esto permite una comprensión más completa y rica de los sistemas en estudio en tu empresa.
• Resolución de problemas complejos:
  • Permite identificar soluciones a desafíos y problemas complejos que consideran las interconexiones y las dinámicas sistémicas involucradas, que pueden no explicarse completamente desde una perspectiva reduccionista.

Relevancia en el contexto empresarial actual

En el mundo empresarial actual, caracterizado por la globalización, la rápida evolución tecnológica y la creciente complejidad de las operaciones, la visión sistémica se vuelve esencial. Permite a las empresas adaptarse a cambios inesperados, identificar oportunidades emergentes y gestionar los desafíos de manera más completa y efectiva.

Diferencias con otros enfoques en la gestión empresarial

La visión sistémica, por tanto, es el enfoque que considera una empresa como un sistema vivo, interconectado y adaptativo, donde cada parte afecta y es afectada por otras partes, abordando la organización como un todo integrado y reconociendo la complejidad de las dinámicas organizacionales y la interdependencia no lineal de las diversas funciones y departamentos en una empresa, con impacto en todo el sistema.

La visión sistémica se distingue de otros enfoques de gestión, como el enfoque tradicional basado en la jerarquía y el enfoque de procesos. Mientras que estos últimos ven a las organizaciones como estructuras jerárquicas, donde la autoridad y la toma de decisiones están centralizadas y con tendencia a simplificar y fragmentar en partes aisladas la realidad empresarial, la visión sistémica aborda la complejidad inherente, reconociendo que los problemas y soluciones rara vez son lineales.

El origen de la visión sistémica empresarial puede rastrearse hasta varias corrientes de pensamiento que desafiaron las perspectivas reduccionistas del siglo pasado.

Entre ellas, destaca la Teoría de Sistemas, propuesta por Ludwig von Bertalanffy en la década de 1920, que postula que los sistemas no pueden entenderse de manera aislada, sino que deben analizarse en su totalidad, considerando las interrelaciones entre sus partes. La Teoría de Sistemas marcó el comienzo de la visión sistémica al desafiar la perspectiva reduccionista que predominaba en ese momento.

Otra corriente influyente fue la Cibernética, impulsada por Norbert Wiener y otros científicos en la década de 1940, que se centraba en el estudio de sistemas de control y retroalimentación, lo que influyó en la comprensión de cómo los sistemas empresariales pueden autorregularse y adaptarse.

Ambas corrientes comparten la idea central de que los sistemas deben analizarse en su totalidad, considerando las interconexiones entre sus componentes. Sin embargo, difieren en sus énfasis:

• La Teoría de Sistemas se centra en las estructuras y funciones de los sistemas
• La Cibernética se enfoca en los procesos de control y comunicación.

Abordaje en el mundo empresarial

La visión sistémica empresarial ha evolucionado a través de los años, incorporando ideas de diversas disciplinas como la psicología organizacional, la teoría de la complejidad y la gestión del conocimiento.

Uno de los enfoques más actuales es el de Configuraciones Sistémicas Estructurales surgido en Alemania en la década de 1990 y desarrollado por Insa Sparrer y Mathias Varga von Kibed a través del Instituto de Configuraciones Sistémicas y Estructurales (SySt) (Más información en: https://www.syst.info/de ), tiene sus raíces en las constelaciones familiares de Bert Hellinger y ha evolucionado para adaptarse a contextos empresariales y organizacionales. La metodología ha sido refinada y aplicada desde sus orígenes, especialmente en el ámbito del coaching organizacional y la terapia sistémica.

Este enfoque innovador brinda una forma diferente de aproximación a situaciones y contextos complejos, permitiendo un mejor acceso al mundo de los recursos.

Se basa en el uso de formatos y estructuras lógicas que permiten trabajar prácticamente “sin entrar” en el contenido verbal del problema, por lo tanto, es muy útil para utilizarlo en situaciones en las que no sea fácil verbalizar una problemática, por ejemplo al estar presentes las personas involucradas en la situación problema.

Por tanto, a través de estructuras lógicas, busca visualizar y comprender las dinámicas sistémicas dentro de una organización poniendo foco en la solución. Algunas de las estructuras propuestas incluyen:

• Estructuras jerárquicas y de autoridad: Explorando dinámicas de poder y autoridad dentro de equipos y organizaciones.
• Dinámicas de equipos y departamentos: Visualizando sus interacciones y tensiones.
• Comunicación y relaciones: Analizando las dinámicas de comunicación y relaciones interpersonales.
• Toma de decisiones: Examinando cómo se toman e implementan las decisiones en la organización.

Las Configuraciones Sistémicas Estructurales se aplican en diversas áreas empresariales, como:

• Resolución de conflictos organizacionales: Identificando tensiones y conflictos para encontrar soluciones efectivas.
• Gestión del cambio: Facilitando procesos de cambio organizacional y adaptación.
• Desarrollo de equipos: Mejorando la colaboración y el rendimiento de los equipos.
• Cambio en la cultura organizacional: Visualizando y transformando patrones culturales no saludables.

En términos de niveles de abordaje, la visión sistémica se aplica tanto a nivel organizacional como interorganizacional. A nivel organizacional, se analizan las interconexiones dentro de la propia empresa, mientras que, a nivel interorganizacional, se considera cómo las organizaciones interactúan y se influyen mutuamente en un entorno más amplio.

Componentes en una empresa sistémica

Una empresa sistémica tiene en cuenta numerosos elementos o componentes clave interconectados, como personas, estructura organizacional, cultura empresarial, procesos de trabajo, tecnología, posiciones, espacios, tiempos, valores, emociones, clientes y stakeholders, entorno externo, aprendizaje organizacional, comunicación efectiva, responsabilidad social y ambiental.

Estos elementos interactúan dinámicamente para lograr los objetivos organizacionales, y en una empresa sistémica se busca optimizar estas interacciones para lograr un desempeño sólido y sostenible.

Cómo integrar a los diversos componentes de una empresa

La integración efectiva de estos componentes implica una comprensión profunda de sus interrelaciones, así como sus barreras y oportunidades como fuentes de recursos.

Esto se logra mediante la creación de vínculos transparentes, comunicación efectiva y la adopción de tecnologías que faciliten la colaboración.

Beneficios de la visión sistémica en empresas

La visión sistémica en empresas ofrece una variedad de beneficios que van más allá de la gestión tradicional y proporcionan un enfoque integral para el éxito organizacional.

Aquí algunos de los beneficios clave:

Impacto en la toma de decisiones y prevención de crisis

La visión sistémica mejora significativamente la toma de decisiones informada al proporcionar una comprensión más global y completa de las ramificaciones potenciales de cada elección y su impacto en los objetivos a largo plazo en las distintas áreas de la empresa, conocimiento que puede asegurar una mejor alineación estratégica de la organización en su conjunto.

Además, al identificar y abordar las interconexiones críticas, ayuda a anticipar posibles resistencias, cuellos de botella y contribuye a prevenir crisis antes de que se materialicen, mejorando la capacidad de gestión del cambio, adaptación y resiliencia de la empresa, ganando eficiencia operativa.

Catalizador de innovación y crecimiento

La interconexión de los diferentes componentes de una empresa permite de forma eficiente la identificación de sinergias y oportunidades para la innovación propiciando un ambiente que fomenta la conexión de ideas, personas y procesos para generar soluciones creativas, permitiendo aún una mayor adaptabilidad y apertura a nuevas ideas, actuando como un catalizador para la mejora continua y el crecimiento sostenible a largo plazo.

Facilita, además, la adaptación a la transformación digital al comprender cómo la tecnología y los procesos afectan a toda la organización.

Fomento del compromiso y la cultura organizacional

Al reconocer la interdependencia de los individuos y equipos, la visión sistémica fomenta un sentido de pertenencia y compromiso. Este enfoque promueve la creación de una cultura organizacional sólida y cohesionada, **donde cada miembro comprende su papel y contribución al éxito colectivo.

Cómo implementar una visión sistémica efectiva

• Comprender la complejidad: Reconocer la complejidad del entorno empresarial y la propia organización en su totalidad, considerando su interdependencia y las relaciones entre los distintos elementos internos y externos.
• Fomentar la comunicación transparente: Establecer canales de comunicación abiertos que promuevan la transparencia, la comunicación abierta y la responsabilidad compartida, facilitando la comprensión mutua y poder compartir información relevante.
• Desarrollar líderes sistémicos: Pasar por la experiencia para conocer de primera mano el alcance de la visión sistémica en la empresa y capacitar a líderes con mentalidad sistémica para comprender y gestionar sistemas complejos, fomentando la toma de decisiones informada y la colaboración desde una perspectiva integral.
• Integrar tecnologías colaborativas: Utilizar herramientas tecnológicas que faciliten la colaboración y la gestión eficiente de los datos dentro de la organización, optimizando sus recursos y facilitando una gestión del cambio más efectiva.
• Promover la retroalimentación continua: Establecer mecanismos para recopilar retroalimentación constante de los empleados y otros stakeholders, mejorando la adaptabilidad y la toma de decisiones.
• Recibir formación en Constelaciones Sistémicas Estructurales: Numerosas organizaciones ofrecen programas de formación en este enfoque, que a menudo incluyen niveles básicos y avanzados, tanto en modalidad presencial como online.

Los profesionales que pueden beneficiarse de este enfoque incluyen:

• Coaches organizacionales, que trabajan en el desarrollo de líderes y equipos en el ámbito empresarial.
• Consultores de organización y facilitadores, que buscan comprender y abordar dinámicas sistémicas en empresas y organizaciones.
• Líderes empresariales: Ejecutivos y gerentes que buscan mejorar la eficacia y la cohesión dentro de sus equipos.
• Terapeutas y psicólogos organizacionales: Especialistas que desean integrar herramientas sistémicas en su práctica.
• Profesionales de varias disciplinas: Personal de la Salud, Abogados, Mediadores, Trabajadores Sociales, Educadores, emprendedores.
• Profesionales en general, que busquen incorporar nuevos aprendizajes de herramientas y técnicas para la mejora de las relaciones consigo mismo/a y con otras personas en el entorno laboral.
• Obtener la Certificación en Coaching Sistémico: Algunas instituciones proporcionan certificaciones específicas en Coaching Sistémico o bien utilizando las Configuraciones Sistémicas Estructurales.

Conclusiones

La visión sistémica, al abrazar la complejidad y la interdependencia en las empresas, se presenta como un enfoque esencial para el éxito en el siglo XXI.

Su capacidad para impactar positivamente en la toma de decisiones, prevenir crisis, resolver situaciones complejas, catalizar la innovación y fortalecer la cultura organizacional, la convierten en una herramienta de un gran valor para elevar la gestión de las empresas en la era digital.