Recursos Humanos

Qué es la cultura organizacional

La cultura organizacional se entiende como el conjunto de prácticas, valores y creencias que comparte una empresa.

Es decir, guía las actividades de todos sus miembros hacia una misma meta. Con lo que resulta de gran valor para cumplir los objetivos de la misma.

En una síntesis de la definición de cultura organizacional, muchos lo asemejan al ADN de la compañía.

Pero ¿y en el contexto de finanzas?, ¿para qué sirve la cultura organizacional?

Una cultura organizacional consolidada permite una comunicación más abierta y transparente, identifica y evalúa los riesgos anticipadamente y facilita una respuesta ágil y efectiva ante situaciones adversas.

Además, establece las bases para una gestión de riesgos estratégica y una toma de decisiones bien enfocada.

Casi nada, ¿verdad? Indaguemos un poco más.

Influencia en la toma de decisiones

Entendida como un proceso dinámico, la toma de decisiones es el corazón en la gestión de cualquier entidad. En este contexto, la cultura organizacional guía a los miembros del equipo hasta decisiones alineadas con los valores y objetivos de la misma.

Con relación a los riesgos del sistema financiero de una empresa, la cultura facilita que los miembros sean más conscientes y estén mejor capacitados para identificar y responder ante ellos. Por ejemplo:

• Análisis a fondo: en una cultura donde la precisión y el análisis detallado sean la norma, cada persona encuentra el espacio que necesita para explorar cada perspectiva antes de tomar decisiones financieras de peso.
• Colaboración y diálogo: un ambiente de colaboración y diálogo, sin barreras, hace que todos estén listos para intercambiar ideas y unir fuerzas, dando con soluciones efectivas para las complejidades financieras.
• Ética y compromiso: una cultura que no solo busca lo mejor para la empresa, sino que también se basa en principios éticos y legales bien establecidos, garantiza decisiones responsables y acordes con un compromiso real hacia el bien común.

Además, una cultura organizacional sólida evita la toma de decisiones impulsivas o basadas en emociones, a favor de un punto de vista racional y basado en datos que pueden ayudar a reducir riesgos.

Pero, ¿cuál es la finalidad de la cultura organizacional?, y ¿cómo se relaciona con la gestión de riesgos financieros?

Qué es la gestión de riesgos financieros

Merece la pena aclarar qué son riesgos financieros. Al referirnos a los riesgos financieros hablamos de cualquier actividad en la empresa que conlleve consecuencias financieras negativas para la organización.

Así, la gestión de riesgos se trata de un proceso continuo de identificar, analizar y, si es necesario, dar respuesta a las amenazas que una empresa puede afrontar en el área de las finanzas. Este proceso de evaluación de riesgos financieros se ha vuelto cada vez más relevante en los últimos años.

Desde otro punto de vista, podemos considerar la gestión de riesgos financieros como una mezcla de ciencia y arte. Ya que el analista de riesgos financieros, por un lado, utiliza datos y análisis para tomar decisiones informadas, y por otro, necesita un toque de creatividad para encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos.

En la actualidad existen varias formas efectivas de visualizar los datos de una empresa. Si quieres adentrarte en una de las plataformas que lo permiten, te recomendamos que eches un vistazo al curso de dashboards con Power BI.

Gestión de riesgos financieros en empresas bancarias y aseguradoras

En el sector bancario y de seguros, la gestión del riesgo en finanzas toma una dimensión aún más significativa. Aquí, no solo estamos hablando de mantener la estabilidad de una empresa, sino de garantizar la seguridad de millones de clientes que confían sus finanzas en estas entidades, sin correr ningún riesgo económico.

En este contexto, la gestión de riesgos se convierte en una herramienta esencial que permite a las empresas anticiparse a los problemas antes de que surjan. Igualmente ayuda a encontrar soluciones creativas para superarlos.

Las estrategias se desarrollan con una visión a largo plazo, buscando prevenir riesgos e identificar oportunidades para avanzar. Se trata de un esfuerzo colaborativo, en el que cada persona y cada departamento aporta su conocimiento y experiencia para elaborar un plan consistente y efectivo.

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Tipos de riesgos financieros a los que se enfrentan estas empresas

Si damos un paso más, debemos mencionar que las empresas bancarias y aseguradoras se enfrentan a tres tipos de riesgos principalmente. Estos son:

• Riesgos de mercado: están relacionados con las fluctuaciones en las condiciones de precio de los mercados en los que opera la empresa.
• Riesgo de crédito: hacen referencia al posible incumplimiento de las obligaciones de pago por parte de clientes, proveedores o socios.
• Riesgo de liquidez: está asociado a la incapacidad de la empresa de cumplir con sus compromisos de pago a corto plazo.

Para manejar eficazmente estos ejemplos de riesgos financieros, las empresas deben detectar y cuantificar las fuentes que les afectan e implementar medidas para limitarlos o reducirlos.

Además de aplicar normas de prudencia en las operaciones, otra estrategia utilizada con frecuencia es la transferencia del riesgo, donde el riesgo se transfiere a una compañía de seguros.

Cultura Organizacional en Empresas Financieras

En cuanto a cómo se define la cultura organizacional en empresas financieras, además de ser un pilar estratégico y una guía en el comportamiento de las personas dentro de la organización, debemos destacar que establece las bases para una gestión de riesgos más calculada y centrada.

En este sentido, es importante ser consciente de que la cultura organizacional en estas empresas no es estática; está en constante evolución e influida por diversos factores, como las políticas internas de la empresa, las normas del sector, y las tendencias del mercado.

Relación entre cultura organizacional y gestión de riesgos financieros

La cultura organizacional y la gestión de riesgos financieros están intrínsecamente relacionadas. Como comentamos más arriba, una cultura bien definida puede facilitar la identificación y gestión de riesgos, favoreciendo comportamientos y decisiones acordes con los objetivos y valores de la empresa.

En este sentido, la gestión de riesgos se convierte en una actividad transversal en todas las áreas de una organización, desde la toma de decisiones estratégicas hasta las acciones diarias. Y uno de los puntos más destacados de la cultura organizacional es la posibilidad de influir en cómo se perciben y se manejan los riesgos en una empresa.

Además, al igual que la cultura, los riesgos son dinámicos; pueden moverse y transformarse dentro de una organización. Y una gestión de riesgos efectiva debe ser capaz de identificar y disminuir estos movimientos de riesgo para proteger a la empresa y aprovechar las oportunidades que pueden surgir.

Impacto de la cultura en la identificación y evaluación de riesgos

Al abordar la evaluación de riesgos, surge una pregunta esencial: ¿cuál es la importancia del papel de la cultura organizacional?

La respuesta radica en su función como motor que impulsa la colaboración y el sentido de pertenencia entre los miembros de una organización.

Esta cultura, basada en valores compartidos y objetivos alineados, facilita la construcción de relaciones laborales, donde cada uno es pieza fundamental para alcanzar las metas colectivas. Algo clave para mejorar la eficiencia y efectividad en las operaciones diarias.

Un recurso esencial que fomenta la cultura de mejora continua, y también la prevención de riesgos, son los programas de formación. Estos permiten a los empleados estar mejor preparados para identificar y responder a situaciones de riesgo.

Por ejemplo, nuestro curso de onboarding en ciberseguridad. En este caso, es ideal para conocer los riesgos de usar dispositivos y cómo navegar de forma segura en internet.

Cómo promover una cultura de riesgos en una organización

Con todo lo anterior, la cultura de riesgos se ha convertido en un tema central en las agendas corporativas.

Para fomentar esta cultura, es esencial que se promueva la educación y la capacitación continua y que cada persona entienda su rol en la identificación y gestión de los riesgos, fomentando así la responsabilidad individual y colectiva.

Veamos de forma más concreta qué podemos hacer para ello.

Mejores prácticas para fomentar una cultura de gestión de riesgos

Para construir una cultura de gestión de riesgos eficaz, es fundamental adoptar mejores prácticas. A continuación, comentaremos algunas de ellas:

• Formación continua: la primera medida que proponemos es ofrecer programas de formación que ayuden a los miembros del equipo a desarrollar las habilidades necesarias para identificar y realizar una medición y control de riesgos financieros.
• Comunicación abierta: por otro lado, sería conveniente fomentar un diálogo abierto donde los empleados puedan expresar sus preocupaciones y compartir información vital para la gestión de riesgos.
• Reconocimiento y recompensas: también es posible implementar sistemas de reconocimiento que valoren las contribuciones individuales y colectivas a la gestión efectiva de riesgos.
• Liderazgo ejemplar: y por último, es preciso destacar que los líderes deben dar buen ejemplo, demostrando un compromiso genuino con la gestión de riesgos y la cultura organizacional.

Desafíos y obstáculos

Ya hemos visto la importancia de la cultura organizacional en la gestión eficaz del riesgo en finanzas.

Sin embargo, estamos ante un proceso repleto de desafíos y obstáculos. En cualquier caso, con la estrategia adecuada serán fácilmente resueltos.

Veamos de qué retos estamos hablando:

• Búsqueda de realización personal en el trabajo: los empleados buscan cada vez más un sentido de propósito y realización en su labor diaria.
• Construcción de una comunidad sólida en el lugar de trabajo: en la actualidad, se ha destacado la necesidad de fomentar una sensación de comunidad y pertenencia en el entorno laboral.
• Apoyo y reconocimiento a los líderes: los líderes necesitan más apoyo y reconocimiento para manejar las crecientes demandas y responsabilidades de su rol.
• Reconocimiento del valor de los generalistas: es esencial identificar y valorar las habilidades únicas que los generalistas aportan al equipo.
• Implementación de premios simbólicos efectivos: los premios simbólicos pueden ayudar a fomentar un sentido de pertenencia y aprecio entre los empleados.

Estrategias para superarlos

Para superar estos obstáculos es necesario diseñar estrategias que fomenten una cultura organizacional acorde con los objetivos a largo plazo de la empresa.

Algunas de ellas podrían ser:

• Crear oportunidades de crecimiento personal y profesional: Esto implica diseñar rutas de desarrollo que permitan a los empleados ver una progresión clara en su carrera.
• Fomentar actividades de conexión y reconocimiento mutuo: Hablamos de incluir eventos de team building o reconocimientos regulares, entre otros.
• Ofrecer apoyo y recursos a los líderes: Esto puede traducirse en programas de desarrollo de liderazgo y bienestar.
• Definir claramente el rol de los generalistas: Nos referimos a crear oportunidades para que estos profesionales puedan demostrar y desarrollar sus habilidades.

Casos de éxito

Si miramos hacia el sector financiero español, algunas entidades, como Santander y BBVA, han destacado por su enfoque estratégico en la gestión de riesgos, integrando este elemento crucial en su cultura organizacional y obteniendo resultados significativos.
En lo que se refiere al Banco Santander, la entidad ha llevado a cabo una transformación significativa, integrando prácticas inclusivas y diversas que enriquecen la toma de decisiones en este ámbito crítico.

La promoción de una mayor representación femenina en puestos de liderazgo no solo ha fomentado una cultura más inclusiva, sino que también ha aportado perspectivas variadas y enriquecedoras en la gestión de riesgos, fortaleciendo así la resiliencia y la adaptabilidad de la organización ante los desafíos del sector.

Por su parte, BBVA ha estado a la vanguardia en la adopción de tecnologías avanzadas para la gestión de riesgos financieros. Su estrategia de transformación digital, que va más allá de la simple adopción de nuevas tecnologías, ha promovido una cultura de colaboración y apertura que ha sido fundamental para identificar y mitigar riesgos de manera más efectiva. Este enfoque ha permitido al banco mantener una posición fuerte y competitiva en un entorno financiero cada vez más complejo y cambiante.

Conclusiones

Para concluir, podemos decir que la cultura organizacional es determinante en la gestión de riesgos financieros, especialmente en el sector bancario y asegurador.

Las empresas que han sabido cultivar una cultura organizacional fuerte y centrada en la gestión de riesgos han demostrado ser más resilientes y capaces de enfrentar los desafíos que presenta el entorno financiero actual.

Mirando hacia el futuro, es evidente que la cultura organizacional continuará siendo un pilar fundamental en la gestión de riesgos financieros. Las empresas que sean capaces de adaptarse, aprender y crecer a partir de una cultura organizacional bien establecida estarán mejor posicionadas para superarse en un mundo financiero cada vez más complejo y volátil.

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