Programa de Compliance y RSC: de la teoría a la acción
Muchos programas de Compliance y RSC fracasan porque se quedan en el papel. El reto está en pasar de la teoría a...

Adoptar un enfoque ESG no solo mejora la reputación de una empresa, sino que fortalece su resiliencia y competitividad a largo plazo. En esta guía aprenderás cómo aplicar los principios de sostenibilidad y liderazgo responsable para fomentar una cultura organizacional coherente, ética y preparada para los desafíos del futuro.
Las prácticas sostenibles en la empresa ya no son lo que eran. El panorama se ha puesto serio: crisis climática, desigualdades sociales, escándalos corporativos, casos de “greenwashing” tan habituales por parte de gigantes contaminantes…
Ya no se trata de una opción filantrópica, sino de un imperativo estratégico: Para crear la empresa del mañana es necesario redefinir cómo competir, innovar y generar valor. Hoy en día los consumidores penalizan a quienes llevan a cabo prácticas cuestionables, el talento más cualificado busca propósito además de salario, e inversores gestionan miles de millones de dólares siguiendo criterios de inversión sostenible.
Surge un nuevo modelo: Las organizaciones que se anticipen al cambio y construyan la cultura del mañana se verán beneficiadas por auténticas ventajas competitivas. Para conseguirlo, será necesario un liderazgo transformador que nos guíe y esté a la altura de las circunstancias.
Lo que nos lleva al tema de hoy, cómo construir una cultura ESG a través de mediante liderazgo sostenible. ¿Cuál es la conexión entre ambos? ¿Cómo se convierten esos principios abstractos en prácticas concretas? ¿Cómo medir el progreso de forma rigurosa? ¿Por qué Recursos Humanos es particularmente importante en esta transformación?
Pero, antes de comenzar… que levante la mano quien pueda decirme qué es es y qué significa ESG.
Ahora es el momento oportuno; comenzaremos con la definición de cada sigla del acrónimo. Si tenemos claro su significado por separado, habremos comprendido a la perfección las dimensiones del concepto.
Cuando hablamos de ESG nos referimos a tres pilares fundamentales que conforman este marco de referencia. Estas siglas refieren, en inglés original, a Environmental, Social, and Governance, que podemos traducir como “Medio ambiente, ámbito social y gobernanza”. Podemos desglosarlo por puntos:
El pilar medioambiental (Environmental) refiere al impacto de la empresa sobre el entorno, y cómo ésta lo evalúa. Aquí incluimos la huella de carbono, estrategias para la descarbonización, emisiones, consumo de agua, residuos, energías renovables, diversidad, economía circular de productos y procesos de fabricación, riesgos climáticos… Este pilar cobra especial relevancia en sectores como energía, transporte, fabricación, construcción y agricultura.
El pilar social (Social) examina las relaciones de la empresa con sus empleados, comunidades, clientes y cadena de suministro, en una palabra, En una palabra, stakeholders (partes interesadas). Se incluyen condiciones laborales, derechos humanos, diversidad, equidad e inclusión, salud y seguridad ocupacional, desarrollo profesional, bienestar de empleados, relaciones con comunidades locales, accesibilidad, privacidad y protección de datos… Es especialmente crítico en sectores de consumo, retail, tecnología y servicios.
El pilar de gobernanza (Governance) analiza cómo se dirige la organización. Aquí podemos hablar de mecanismos de transparencia, independencia y composición del consejo de adminstración, políticas de remuneración, políticas anticorrupción, gestión de conflictos de interés, ética corporativa y códigos de conducta, sistemas de gestión de riesgos… Goza de gran importancia, pues es necesario un gobierno sólido para garantizar que nuestros compromisos se transformen en acciones concretas y objetivos reales.
No se han escatimado esfuerzos, el alcance de esta metodología es sorprendente.
La aplicación rigurosa de políticas ESG mejora la reputación corporativa y crea confianza entre las partes interesadas. Las compañías que cuentan con perfiles ESG sólidos obtienen mejor acceso a financiación, reducen costes operativos mediante eficiencia energética y mitigan los riesgos regulatorios. Asimismo, atraen la inversión responsable, ya que los fondos ESG administran miles de millones de dólares por todo el mundo.
Fijémonos, además, que el nexo de unión entre estos tres pilares es fundamental: Si una empresa tiene excelentes políticas ambientales, pero su gobernanza es débil o trata mal a sus empleados, su calificación ESG global será deficiente. Evaluar en este marco de referencia exige, por tanto, una visión holística de la organización y todos sus recovecos.
Si has leído los párrafos anteriores, no pensarás que ESG trata únicamente de emisiones de gases perjudiciales para el entorno. También se trata de mejorar al máximo posible la cultura de empresa y el lugar que ésta ocupa en el mundo.
ESG es claramente un paradigma más completo que la sostenibilidad tradicional, la cual se ocupaba principalmente en iniciativas medioambientales aisladas. Propone un análisis completo, “holístico” e integrador, consciente de todas las interconexiones dentro del sistema que es la organización.
Piensa en cómo en el siglo pasado las empresas proponían programas de reciclaje, reducción de emisiones o eficiencia energética. Casi siempre, no estaban integradas en el modelo de negocio y sus intenciones eran meramente filantrópicas o reputacionales. A su vez, los informes que generaban sobre este tipo de iniciativas eran voluntarios, narrativos, y difíciles de verificar, contrastar o comparar entre empresas y sectores.
La evolución hacia el modelo ESG representa una búsqueda por el rigor y una cuantificación adecuada. Cumplir con ESG es aplicar normativas y legislación como la CSRD europea o la SEC estadounidense, exigiendo un enfoque integral, de monitorización continua y fijación de objetivos. Para ser cumplidas, las propuestas deben encarnar la estrategia empresarial e incluso propio modelo de negocio.
Es absolutamente necesaria la transparencia, sumada a la verificación de datos reportados mediante auditorías externas. Y, por si fuera poco, estas calificaciones están directamente vinculadas a decisiones inversión y acceso a capital, pues agencias especializadas puntúan e influyen en flujos de inversión de miles de millones de dólares.
Algunas ventajas comúnmente citadas pueden englobarse en dos categorías. Una consiste en lo relativo a la gestión interna de la empresa. La otra, en cambio, refiere a la dimensión externa, como su percepción social o sus dimensiones financieras.
Beneficios relativos a la gestión / internos:
Beneficios financieros / externos:
Por supuesto, queda a las circunstancias de cada empresa considerar si estas políticas son aplicables o no, pues, por ejemplo, una empresa que no ha salido a bolsa no debería tener en cuenta la volatilidad de sus acciones.
En seguida verás cómo ambos conceptos están más entrelazados de lo que pueda parecer a simple vista.
Sé lo que estás pensando… ya está el iluminado este vendiéndome uno más para la colección de tipos de liderazgo empresarial. Ni lo confirmo ni lo desmiento, pero en seguida verás en qué se parecen y en qué se diferencian ambos tipos:
| Liderazgo | Tradicional | Sostenible |
|---|---|---|
| Su visión es… | a corto y medio plazo | a medio y largo plazo |
| Se enfoca en… | resultados trimestrales | integrar propósito y valores en cada decisión estratégica |
| Su impacto tiene consecuencias en… | todas las partes interesadas | todas las partes interesadas, y las integra en la conversación |
| En lo que refiere a beneficios… | busca maximizarlos a corto plazo | trasciende lo tradicional y se enfoca en el largo plazo, usando formas alternativas de medir dichos beneficios. |
En general podemos comentar esa trascendencia más allá de los números, el continuo diálogo con los grupos de interés, y su énfasis en equilibrar la rentabilidad con la responsabilidad social y ambiental, las dimensiones ESG propiamente dichas.
No obstante, sin un compromiso genuino por parte de la alta dirección, las iniciativas ESG pueden caer en saco roto y ser percibidas meramente como acciones de marketing superficial.
Debemos evitar esta situación de “poco calado”. Hoy más que nunca es fundamental distinguir el Greenwashing, la estrategia de empresas contaminantes para parecer más respetuosas con el medio ambiente ante la sociedad. Esta máscara, a menudo, dista mucho de sus prácticas habituales y sus políticas internas.
Es por esto por lo que el rol de un/a líder sostenible ha de ser el de un arquitecto/a de la cultura organizacional. ¿Cómo traduciremos los principios ESG en objetivos? ¿Cómo asignaremos los recursos adecuados? ¿Cómo estableceremos métricas de seguimiento? ¿Cómo desarrollaremos estrategias y comportamientos coherentes con los valores declarados? Claramente, ahí es donde radica su impacto.
En relación con lo que acabamos de comentar, la carga de liderar de forma sostenible no es pequeña. Cabe preguntarse quizá la más importante de todas las preguntas: ¿Cómo se manifiestan estas nuevas habilidades de liderazgo en una empresa cualquiera?
La formación en materia de ESG se ha convertido en una competencia directiva indispensable. Paralelamente, te sugerimos que eches un vistazo a nuestro curso para liderar equipos motivados en entornos híbridos.
Debemos cuidar cada paso del camino para asegurar una integración completa y exitosa. Así que toma nota, paso a paso…
Para que todos los niveles de la organización entiendan cómo contribuir a los objetivos ESG, la comunicación interna tiene que ser ejemplo de transparencia, diálogo y constancia.
Por supuesto, no todo va a quedar en unas palabras vacías, debemos demostrarlo con acciones. Es necesario un análisis profundo de todos y cada uno de los procesos operativos para incluir estas políticas ESG de sostenibilidad en las compras, la producción, la logística, la comercialización… Así reduciremos las emisiones al mínimo posible, disponer de otros beneficios sociales, y ser motores del cambio venidero.
Si algo hemos aprendido es que los objetivos han de ser (entre otros puntos) específicos, medibles y tener un marco temporal definido. Si no cumplimos estos criterios, las buenas intenciones caerán en saco roto. No pienses que por ser ESG un campo “amable” dentro de la empresa moderna no requiera de la seriedad adecuada.
La medición rigurosa de las siguientes dimensiones es fundamental:
1- Indicadores ambientales
2- Indicadores sociales
3- Indicadores de gobernabilidad
Por supuesto, reportar estos indicadores no queda “a gusto del consumidor”. Los marcos de trabajo como GRI, SASB o TCFD proporcionan los estándares necesarios para asegurar que estamos “sintonizados” y hablamos el mismo idioma cuando nos referimos a nuestros resultados.
Varias organizaciones que portan por bandera el modelo ESG lo demuestran: Si tu marca tiene propósito sostenible, podría experimentar un crecimiento acelerado.
La estadounidense Patagonia construyó su modelo de negocio sobre activismo ambiental, generando unos niveles de lealtad extraordinarios. La danesa Ørsted transformó completamente su modelo de energía fósil a renovable, convirtiéndose en líder global y siendo considerada una de las empresas más respetuosas con el medio ambiente del planeta. En nuestro mercado de habla hispana podemos mencionar otras empresas como Acciona, Caixa Bank (descarbonización, apoyo a startups innovadoras) o Grupo Bimbo y Telefónica, con objetivos de cero emisiones e impacto social y ambiental.
Un ejemplo habitual es también Ecoalf, empresa española de moda reciclada que limita los desechos utilizando materiales reciclados de bajo impacto medioambiental. Aparte de crear un producto duradero aprovechando plásticos rescatados del mar, opta por fletar transporte marítimo en lugar de aéreo, evitando emisiones innecesarias.
Por supuesto también cabe mencionar certificaciones célebres como la Great Place to Work (de la que ya hablamos hace unos años, refiriéndonos a la gestión del talento) o la Certified B Corporation, que en 2025 ya cuenta con más de 10.000 empresas que se esfuerzan por alcanzar una economía sostenible con fines sociales.
Este departamento juega un rol particularmente importante en la implantación de estas iniciativas. En seguida veremos cómo y por qué.
He aquí una función de altísima importancia estratégica:
Bien es sabido que Recursos Humanos es clave para seleccionar el talento adecuado… ¿y si dicho talento compartiera los valores ESG de la organización?
Para ello, conviene desarrollar nuestro planteamiento, reforzando el énfasis en ESG a través de dos flancos principales:
Esta no es sino una de las más sencillas estrategias para asegurar que ESG entra en la conversación de la cultura organizacional. Como esta, hay muchas otras.
Las prácticas obsoletas son claras enemigas del compromiso ESG. Cada día, la mejora continua y la innovación nos brindan nuevas metodologías, cada vez más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. Por ello, la capacitación continua es imprescindible para actualizar nuestros conocimientos sobre normativas ESG. Además, siempre es una ventaja competitiva disponer de las más novedosas y avanzadas prácticas de nuestro sector.
No sólo debemos formar al conjunto de líderes en gestión ESG, incluendo ética empresarial y responsabilidad social. También será crucial formar hasta el último empleado para que éste tenga claro su rol en el modelo ESG de la empresa.
Mediante sencillas entrevistas y encuestas periódicas, el departamento de RRHH puede medir, evaluar y reportar indicadores clave que reflejen la salud cultural y el impacto social real. Han de tenerse en cuenta dimensiones como:
En definitiva, cabe preguntarse… ¿Sienten los empleados que la empresa encarna los valores ESG?… o, en otras palabras, ¿Somos genuinamente una empresa ESG?
El secreto para identificar áreas a mejorar está en la evaluación continua. Identifica esos comportamientos positivos y refuérzalos sin dudarlo una y otra vez.
Para que tu organización se caracterice por una sobresaliente gestión empresarial y un liderazgo envidiable.
Es sabido que las llamadas “nuevas generaciones” asignan una alta importancia en trabajar para organizaciones con propósito claro y compromiso social. Si contratamos personal que se vea identificado con nuestra “visión, misión y valores”, se implicará más en el largo plazo. El tiempo pasa, y el progresivo relevo generacional de la plantilla traerá consigo a personal que priorice estas dimensiones. Anticiparse mediante liderazgo ESG brindará:
Recuerda: el talento adecuado es una ventaja competitiva de primer orden; ¡No debemos menospreciar su impacto en el largo plazo!
La unión de una gestión ESG sólida y un liderazgo sostenible:
Múltiples estudios hablan de una correlación positiva entre un enfoque sólido en materia ESG y mejores rendimientos financieros en el largo plazo.
¿Sigues creyendo que puede tomarse a la ligera?
A modo de sencilla predicción, puede decirse que la sostenibilidad pasará de ser un elemento diferenciador a convertirse en una exigencia básica. Esto implica que quienes lideren el cambio tendrán más oportunidades de mercado.
Por si fuera poco, nos encontramos en un escenario de regulación creciente (p. ej., la legislación europea CSRD), a la que se suman presión por parte de altas expectativas sociales. Esto incluye a inversores tanto públicos como privados, además de todo tipo de grupos de interés.
Si nuestro liderazgo tiene en cuenta e integra criterios ESG, construiremos una clarísima ventaja competitiva sostenible, digna del siglo XXI. Con ello, se manifestarán beneficios ya comentados como una mejor cultura organizativa y una gestión del talento sobresaliente.
No se trata únicamente de cumplir las normativas. La integración de ESG y liderazgo sostenible será fundamental para la supervivencia de las empresas.
Los líderes que comprendan y apliquen este paradigma podrán convertir los principios y políticas en prácticas diarias, creando organizaciones más resilientes, innovadoras y valiosas. A su vez, Recursos Humanos será el catalizador del cambio cultural y asegurará que las políticas ESG se reflejen en la cultura y experiencia diaria de los empleados.
Así que, sin medias tintas: A estas alturas del partido, decidir si abrazar o no una estrategia responsable con el medio ambiente no es una opción.
El cambio será obligatorio antes o después, y para tener las ideas claras y liderar a la vanguardia del sector, te recomendamos echar un vistazo a este curso: Integra RSC y cumplimiento para impulsar ESG.
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