Implementación de la tecnología en procesos de Recursos Humanos
Te contamos la evolución de la implementación de la tecnología en procesos de RRHH, los beneficios que ofrece y consejos para implantarla...
En este artículo profundizamos en la metodología Microsoft Catalyst para la transformación digital, un proceso importante en cualquier empresa actual.
En un contexto complejo donde las empresas dibujan su medio plazo pensando en la transformación digital de sus organizaciones e, incluso, de sus modelos de negocio, surgen diferentes iniciativas que permiten guiar esos proyectos.
En este caso, el fabricante de tecnología Microsoft, ha conceptualizado su propia metodología de transformación digital, a la que ha denominado Microsoft Catalyst. Esta surge en el marco de la implantación de productos y servicios de Microsoft. Si bien, el ámbito de la transformación empresarial es amplio y transversal, por lo que resulta aplicable a cualquier transformación, que, en el entorno actual, va ir de la mano de la tecnología.
Empezando por la base, en este artículo ya se explicó más a fondo qué es la transformación digital y cómo llevarla a cabo. La transformación digital es un proceso de adaptación permanente y disruptiva de las organizaciones, que debe poner foco en la digitalización de las personas, la optimización de los procesos y el aprovechamiento de las últimas tecnologías. Como consecuencia de la transformación digital, surgen nuevos modelos de negocio y las empresas que logran digitalizarse manera efectiva consiguen mejoras de eficiencia y productividad, impulsando sus negocios e incluso mejorando su impacto en el entorno.
En este marco, Microsoft Catalyst es un buen framework de trabajo para abordar proyectos de digitalización empresarial. Esta metodología surge inspirada en el enfoque de Design Thinking, esto es, pensamiento de diseño. Su objetivo es catalizar las ideas a través de un proceso de optimización e implantación efectiva, logrando hitos de transformación de la empresa.
El framework de trabajo de Catalyst se basa en diferentes fases, las cuáles buscan exprimir los esfuerzos de la digitalización:
Dado que Microsoft Catalyst nace inspirado en la metodología de Design Thinking, es preciso conocer a que se refiere este enfoque de diseño. El curso de Design Thinking de OpenWebinars puede ayudaros a aplicar los principios de diseño en diferentes proyectos de manera efectiva. No obstante, a continuación, explicamos las ideas base.
Design Thinking significa literalmente Pensamiento de Diseño y hace referencia a una serie de metodologías de trabajo utilizadas por los diseñadores de producto. Si bien, sus beneficios y su enfoque son extrapolable a otros frameworks de trabajo, como es la transformación digital, ya que se basa en maximizar la creatividad colectiva.
Las fases del Design Thinking son cinco: Empatizar, Definir, Idear, Prototipar y Evaluar. Para poder evaluar su conexión con Microsoft Catalyst vamos a explicar cada una de ellas:
Si estas fases las comparamos con las de Microsoft Catalyst, no coinciden al 100% pero sí que podemos ver paralelismos entre ellas y cómo la metodología del fabricante Microsoft ha recuperado conceptos para aplicarlos en la transformación digital.
La inspiración busca dibujar una primera estrategia de transformación. Para poder definirla y establecer prioridades, Catalyst propone utilizar diferentes actividades de desarrollo, para posteriormente impulsar la ideación con creatividad y conducir la toma de decisiones a través de workshops con enfoque visionario específicos.
En este marco, Microsoft propone algunas herramientas:
En esta fase de inspiración, Microsoft también nos dibuja el ciclo digital del feedback. Debemos entenderlo como la retroalimentación de la transformación. Como centro propone los datos de la compañía que deben darnos la inteligencia de negocio, y girando a su alrededor cuatro elementos clave:
Estos elementos deben ser objetivos tenidos en cuenta en el punto de partida, ya que es el momento en el que definimos la estrategia de transformación. Este enfoque de Microsoft Catalyst nos permite tener en cuenta aspectos tanto intrínsecos como extrínsecos a la organización y que afectan no solo a la tecnología sino a las personas y a los procesos, sin olvidar la propuesta de valor.
Esta es la fase de construcción de un caso de uso de transformación convincente que discuta el impacto en tecnología y en negocio. Durante esta dase es preciso cuantificar el ROI (rentabilidad de la inversión) y los beneficios financieros: crecimiento de los ingresos, ahorros de costes y eficiencias de empleados.
En la medida en que la transformación es transversal a la organización, debemos tener en cuenta el impacto en el negocio y en cada uno de los elementos. Ello nos permitirá poner en marcha una estrategia de digitalización que asegure un impacto positivo a diferentes niveles.
De esta manera, la fase de diseño implica construir el caso de uso, pero también evaluar el impacto en el negocio empresarial. A modo de checklist, Microsoft Catalyst detalla:
Como veíamos, empoderar implica ayudar a otros miembros de la organización a ver el valor en la transformación del negocio. Para ello, Microsoft Catalyst propone una serie de activos visuales (cuadros de mando, dashboards, infografías, etc) que permitan el entendimiento fácil y sencillo de los beneficios. El objetivo es documentar el proceso de transformación de forma que sea fácilmente comprensible, así como útil y rápido de compartir. Otro de los elementos que Microsoft considera para el empoderamiento de los empleados es la construcción de experiencias inmersivas.
En este punto, lo importante es compartir no solo la necesidad de cambiar sino cómo se ha de cambiar. Hacer partícipes a los miembros de la organización nos ayudará a conseguir ese alineamiento necesario para implantar la estrategia de transformación. Las palabras clave son “gestión del cambio” y “compromiso”.
En la fase final, buscamos pasar de la “visualización de la transformación” a la ejecución e implantación de la misma. Debemos encontrar los recursos necesarios para ejecutar la estrategia y llevar la transformación del negocio a través de todos los departamentos.
Asimismo, será claro medir y evaluar el éxito a través de diferentes indicadores de desempeño. Ello no con un ánimo “fiscalizador” sino con el objetivo de introducir medidas correctoras y de gestión del cambio en tiempo y forma que aseguren una transformación efectiva y sostenible.
El enfoque de esta fase según la metodología de Microsoft Catalyst contempla:
Como metodología de transformación digital, Microsoft nos establece un framework para guiar nuestros propios procesos de cambio digital. La transformación es compleja y, a menudo, son procesos largos en los que no está claro el camino a seguir. Es por ello que contar con una metodología que nos guíe nos ayudará a poner foco en lo verdaderamente importante.
En este sentido, Microsoft conceptualiza en cuatro sencillas fases las etapas de la transformación, en base a procesos experimentados por la compañía. Por tanto, podemos estar seguros de que es una metodología validada y testada.
En base a esta metodología las compañías son capaces de definir la hoja de ruta de la digitalización de sus organizaciones contemplando la gestión del cambio y los procesos, asegurándose de incorporar soluciones creativas y basadas en tecnología.
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