Management

El proceso de transformación es la nueva normalidad

En la actualidad y sobre todo desde la aparición del escenario impulsado por la nueva normalidad, casi sin excepción todas las empresas y negocios, están transitando la famosa carrera hacia la Transformación de sus estructuras, negocios o enfoque al cliente. Es por ello que si bien los objetivos perseguidos son variados, resulta apropiado realizar un zoom en la tecnología y en lo digital, para sacar algunas conclusiones más que interesantes .

En primera instancia, podemos analizar las metas que persiguen a través de dicho proceso para satisfacer a nuestro cliente externo y por otro lado tenemos todo lo que sucede de manera interna para afrontar esta carrera hacia la transformación. Eso implica que no solo basta con contar con recursos o la decisión. Es necesario realizar un análisis inicial, saber cuál es el punto de partida que luego permita medir los resultados y que la meta sea alcanzable.

He aquí la primera definición importante, la transformación no es un fin en sí mismo, es un objetivo más amplio que como su propia definición lo dice: lo que busca es hacer cambiar algo o alguien de forma o estado.

Es por esa razón, que la identificación o creación de un roadmap a seguir, es un paso clave para afrontar la transformación. Es muy común, que las compañías que no definan quick wins o apliquen metodologías ágiles, que consigan democratizar el viaje, es decir que todos se sientan parte importante, se encuentren con barreras que impidan tomar decisiones o avanzar en la revolución digital que el mercado está reclamando.

Debemos tener muy presente, que el proceso de transformación dejó de ser una moda y pasó a ser prácticamente una obligación y, aquellas compañías que no lo hacen, simplemente están quedando obsoletas o fuera de mercado.

Para complementar este párrafo te recomendamos darle una mirada al siguiente artículo que habla en profundidad sobre la transformación digital y cómo llevarla a cabo.

Transformarse según los diferentes actores

La pandemia aceleró todo y el requerimiento de ser una empresa adaptada a los tiempos que corren no ha quedado fuera. El mercado reclama ya no solo una empresa que escuche la voz del cliente, sino que pide saber de estar en la nube, de ofrecer servicios de escucha activa o saber buscar o interpretar un lead. Marketing digital, Customer centric, Growth hacking, Storytelling, Digital Sobriety ya no son conceptos académicos solamente.

Los empleados ya no se conforman con flexibilidad horaria, sino que exigen una estructura y un liderazgo que interprete que su tiempo vale y que es mejor medir por resultados y no por horas de silla en una oficina. Aquellas personas que pueden aportar al nuevo propósito organizacional y que ya se han adaptado al escenario post pandémico, no tienen mucha tolerancia con estructuras obsoletas o adaptadas a lo que significa toda esta revolución digital.

El cliente se siente más en el centro que nunca y lo hace saber. Pero cuando hablamos de proceso de transformación, también se habla de cliente interno, lo que significa que para decir que la compañía está evolucionando, esa organización debió antes transformarse internamente y es a partir de aquí que aparecen figuras como las del CEO, CIO, CFO, COO o el CTO, que en definitiva serán los transmisores de la estrategia a seguir.

Qué papel cumple cada uno

Pero, ¿qué papel cumplen los distintos actores clave dentro de la organización en este proceso? Vamos a intentar resolver esa duda tan común en los siguientes párrafos, y como lo dijimos al inicio, haciendo zoom en la tecnología y en lo digital, y es por eso que nos vamos a enfocar principalmente en el Chief Technology Officer (CTO) y en el Chief Information Officer (CIO).

El CTO y el CIO como parte del proceso de transformación

Como primer paso para entender mejor cuál es el aporte y rol de estas importantes figuras, resulta interesante saber sus semejanzas y diferencias en las organizaciones actuales

Papel del CIO

Definir la estrategia en cuanto a herramientas y sistemas de información para cumplir el propósito, misión y visión de la Organización.

Papel del CTO

Definir la estrategia organizacional usando la tecnología, los procesos y el talento necesario para cumplir las metas planteadas por el negocio de cara al cliente externo e interno.

Similitudes

1. INVOLUCRAMIENTO y participación activa en la definición de la estrategia de transformación digital de la compañía.

2. CONOCER el negocio y tener una óptica centrada en el cliente (ya sea interno como externo), definiendo tanto los KPI’s como las victorias rápidas para medir los resultados.

3. HACER foco en el talento, para llevar adelante la estrategia definida, apostando a la formación continua de los equipos.

4. PROMOVER la correcta utilización de procesos de automatización y digitalización, ya que es muy común caer en el error de intentar aplicar digitalización a todo, perdiendo vista la real eficiencia de aplicar tecnología a las organizaciones.

Diferencias

1. ENFOQUE: Si bien ambos son claves en la definición de la estrategia, el CIO basa su foco en los sistemas y herramientas a utilizar y en cambio el CTO se orienta más hacia los procesos y tecnología. En otras palabras el CIO es más del “CON QUÉ HACER” y el CTO más del “CÓMO HACER”

2. REPORTE: Este punto es vital, ya que no siempre es claro donde se ubica esta posición dentro de la estructura organizacional. En términos generales una Dirección de Sistemas se sitúa reportando a la Dirección General o a una Dirección Financiera. En cambio el CTO puede estar reportando a una Dirección General, a una dirección de TI o lo más común reportando a áreas que impactan directamente con el negocio. Esto por supuesto puede traer grandes diferencias a la hora de alinear la estrategia y el propósito.

3. PROPÓSITO: Es una diferencia que hasta puede resultar sutil, pero en la práctica existe. El CTO tiene un objetivo más amplio, y que muchas veces depende de la combinación CTO/Empresa. El CIO tiene un propósito más específico y concreto, que suele ya estar incluso claro en la alta dirección.

En términos prácticos el CIO tiene una responsabilidad más grande sobre la automatización y la arquitectura de datos, mientras que el CTO está atento al ecosistema tecnológico de la compañía. Si tenemos que cambiar de ERP ambos participaran de la toma de decisiones, pero seguramente el CIO estará más ocupado de que la herramienta esté en la nube o cumpla estándares de ciberseguridad, y el CTO más enfocado, que ese nuevo ERP se conecte lo mas orgánicamente posible con el ecosistema digital de esa empresa. Te recomiendo leer el siguiente artículo, porque a veces la transformación se mezcla mucho con lo digital: Transformación Digital: ¿Transformación… o Digital?.

Pero entonces, ¿cuál es su papel en el proceso de transformación?

1. En primer lugar, la correcta gestión del talento y de las personas tiene una vital importancia tanto para el CTO como para el CIO. Sobre todo, en un escenario de profundización de nueva normalidad, donde la materia gris ya no tiene fronteras físicas para desarrollarse, entonces ambos roles deben interpelar para ser quienes consigan retener los talentos, que al final, son el principal driver en el proceso de transformación. En este caso la gestión del conocimiento y la variable “formación” se destaca por sobre otras, ya que el proceso de transformación, muchas veces se viste de concepto etéreo, y la mejor forma de bajar los conceptos a tierra es adquiriendo conocimiento y el entrenamiento continuo.

2. En segundo lugar, podemos deducir que la adaptación de la cultura organizacional logrando un cambio de chip también es parte importante de estos Roles. El CIO lo hará a través trasladar a la alta dirección, la importancia de la digitalización en los nuevos negocios y el CTO lo hará consiguiendo permear la importancia de poner el centro al cliente (aplica tanto para el cliente interno como para el cliente externo).

3. En tercer lugar, tanto el CTO como el CIO deben encontrar el equilibrio justo entre los procesos y las tecnologías que deben utilizarse en la compañía, teniendo muy presente que esta ecuación no responde a una fórmula matemática, por lo cual hay que revisar sus variables de manera constante, ya que lo que estamos impactando aquí no es ni más ni menos que el propósito de la organización.

4. Por último, y uniendo todos los puntos, tanto el CTO como el CIO manejan el desafío de la gestión de las prioridades y la oportunidad. Y es aquí donde estos jugadores clave toman una relevancia mayor en el proceso de transformación, ya que el acertado manejo de las expectativas y del saber determinar, el QUÉ HACER, el CUÁNDO HACER, el CÓMO HACER y él CON QUIÉN HACER, va definir si este viaje llegará a su buen puerto o simplemente va a navegar en las aguas de hacer algo sin un sentido real de la transformación de una organización.

Conclusión: Diferentes, pero no tanto

Si llegaste hasta aquí en la lectura del artículo, ya habrás notado que estas dos posiciones, que poseen objetivos a veces distintos y a veces muy complementarios de cara a la organización, pero realmente tienen un rol muy parecido dentro del proceso de Transformación digital.

Esto se ve en la práctica diaria en organizaciones más modernas, donde tanto el CIO como el CTO tiene un lugar en mesas de dirección, y en donde se les mide con KPI’s que tienen mucho más que ver con el negocio, con la gestión de personas y con las sinergias o ahorros que cada uno decisiones van a traer al resto de la organización.

Los equipos liderados por estas figuras, han modificado el significado de área de soporte, porque en la práctica, otras áreas de soporte como finanzas o recursos humanos, se soportan a su vez en áreas como sistemas o transformación. Podemos decir entonces sin temor a equivocarnos, que el CIO o el CTO son el soporte del soporte, y es por esa razón que el CTO y el CIO, al tener ROL similar y hasta complementario juegan un papel clave para que una organización desarrolle favorablemente su proceso de transformación.

Sin dudas que estas dos posiciones son claves y en efecto su rol tiene muchas más similitudes que diferencias, y las mismas solo se evidencian y profundizan, cuando ambos no se encuentran en sintonía, en cuanto estrategia y prioridades.

Ambos deben caminar juntos y en línea con el propósito organizacional, sino será imposible alcanzar una madurez en el tan buscado proceso de transformación.